Por... Benjamín Forcano
Filósofos, economistas y políticos comienzan a decirnos que la crisis económica está provocada artificialmente por el capital financiero transnacional. Nos alertan para poner la mirada allí donde está el mal. Ningún efecto se puede combatir si no se descubre su causa. Por falta de este análisis, venimos dando palos de ciego y sumiendo en desconcierto a la gente.
Este poder financiero, según fuentes de información rigurosa, si un Estado no paga sus deudas y ve en riesgo sus beneficios, en lugar de contribuir a pagar la deuda, la reproduce y hace crecer indefinidamente con intereses usurarios: cuanto más alto es el riesgo, mayor es el pago de interíés. Y dictan a cada país lo que tiene que hacer. Por lo común, tres cosas: implantar gobiernos de economistas a su medida, (querer consultar al pueblo griego fue una medida extravagante de Papandreu), reajustes estructurales y medidas de austeridad.
Y así, uno tras otro han ido surgiendo nuevos y brillantes titulares de la política:
- Mario Draghi, presidente del BCE, (vicepresidente de GOLDMAN SACHS (2002-2005).
- Lucas Pademus, primer ministro griego, gobernador del Banco de Grecia (1999-2002) cuando la GOLDMAN SACHS “ayudó†a falsificar las cuentas del Estado griego.
- Mario Monti, nuevo primer ministro italiano, miembro de la Trilateral, consejero de GOLDMAN SACHS desde 2005.
Para dictaminar quíé Estados deben recurrir a príéstamos para pagar su deuda, este poder financiero dispone de una fuerza de choque: las Agencias de Notas ( Standar Poor´s, Moody´s y Fitch), que pertenecen a grupos financieros privados y les pagan sus servicios. La Moody´s pertenece en un 13 % al multimillonario Barren Buffet; la mayor parte de Fitch a la sociedad económica francesa Fimala; y la totalidad de la Poor´s al grupo estadounidense McGraw-Hill Companies.
Este poder financiero marca cómo ir cobrando la deuda, decreta los reajustes necesarios (desocupación, congelación de salarios, privatización de los servicios públicos, recorte de los gastos sociales, etc.) y de esta manera van traspasando los recursos de las masas populares hacia su capital.
Una dictadura, pues, económica transnacional invisible, pero que actúa a travíés de ejecutores visibles: Banco Central Europeo, Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y los Gobiernos del dúo Merkel-Sarkozy y Obama.
Por lo mencionado anteriormente, interesa conocer a uno de esos poderes invisibles, más implicados en esta dictadura o golpes de Estado modernos: el Grupo GOLDMAN SACHS.
Fue fundado en 1869, es uno de los grupos de inversión más grandes del mundo, tiene su sede en Nueva York, entre sus empleados pueden contarse a H. Paulson, F. Black y R. Prodi, que han sido secretarios del Tesoro de Estados Unidos, tiene múltiples oficinas de gran importancia financiera (inversión bancaria, comercio, administración de activos y servicios de seguridad) en grandes ciudades, en el 2006 tiene más de 26.5000 empleados y obtiene ganancias por valor de $ 9.500 millones, además de $ 19.694 de millones de ganancias compartidas.
Según dijo Alessio Rastani en la BBC “Los gobiernos no dirigen el mundo. Goldman Sachs dirige el mundo y las crisis, causadas por los Bancos de Wall Street y no por la marcha de los acontecimientos, son una buena oportunidad para que unos cuantos hagan dineroâ€. Tragedia, pues para muchos y ganancia exultante de dinero para otros.
Ya hemos visto cómo las cadenas, en contra de la evidencia de muchos empleados y testimonios, silenciaron a Rastani, lo trataron de loco y neutralizaron toda reflexión sobre el tema. Las investigación pone al día el auge que ha ido tomando esta industria deshonesta y cómo los hombres más ricos de muchos países depositan en ella su dinero para que siga creciendo.