Los precios subieron un 2,9% en noviembre, según el indicador adelantado conocido ayer. Dado que la ley fija el dato de este mes para actualizar pensiones, el Estado se gastará este año 855 millones de euros en revalorizar las prestaciones mínimas de 3,2 millones de perceptores. El resto de pensiones (más de cinco millones) están congeladas en 2011, con lo que el Estado se ahorrará unos 1.800 millones de euros.
Una de las medidas de ajuste más contestadas y rechazadas del último Gobierno de Josíé Luis Rodríguez Zapatero fue, sin duda, la congelación de la mayoría de las pensiones para 2011. Esta decisión implicaba que dichas prestaciones no se actualizarían con el IPC en este ejercicio, con lo que sus beneficiarios perderían el correspondiente poder adquisitivo. Solo salvó de esta quema a poco más de tres millones de pensionistas. En concreto, a los que reciben pensiones mínimas.
A este último colectivo, el Gobierno les garantizó en los Presupuestos Generales para 2011, que sus pensiones subirían lo que el IPC de noviembre de este ejercicio -tal y como dice la ley- cuyo dato armonizado y adelantado hizo ayer público el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Así, los precios subieron este mes un 2,9% respecto a noviembre de 2011, lo que supone que los perceptores de mínimas deberán recibir una actualización de esta cantidad en sus pensiones. Si bien en enero ya se les aplicó una subida del 1% a cuenta por la inflación prevista, por lo que ahora deberán recibir 1,9 puntos más para compensar el desvío sobre el IPC previsto inicialmente.
El dato conocido ayer supondrá desembolso de casi 856 millones de euros. Esta cantidad se desagrega en una paga única de 441,69 millones de euros, que se consolidará en la nómina de los pensionistas de 2012, lo que supondrá otros 414,18 millones. En las pensiones de jubilación, las pagas oscilarán entre 98 y 294 euros.
Pero si a estas cuantías se les suman unos cuatrocientos millones de euros que costó la subida del 1% a inicios de año, se obtiene un gasto total para actualizar las mínimas de poco más de 1.200 millones de euros.
Si el Gobierno no hubiera congelado el resto de pensiones de más de cinco millones de personas, la actualización de las cuantías de más de ocho millones de pensionistas con un IPC del 2,9% habría supuesto un gasto total de casi 3.000 millones de euros, por lo que descontando lo abonado en mínimas se obtiene un ahorro para las cuentas públicas de unos 1.800 millones (el Ejecutivo planeaba ahorrar inicialmente unos 1.500 millones). Esta cantidad ahorrada representa una píérdida de poder adquisitivo equivalente entre más de cinco millones de beneficiarios de pensiones contributivas.
En enero de 2010, los pensionistas no recibieron paga compensatoria porque la subida de las prestaciones en 2009 fue superior a la inflación de noviembre de ese año y el colectivo ganó entre 1,6 y 6 puntos de poder adquisitivo, 1.280 millones de euros.
El IPC descendió en noviembre por segundo mes consecutivo, quedándose en el 2,9%, una díécima menos que en octubre y por debajo del 3% por primera vez en un año. Según el INE, el descenso obedece al abaratamiento de los fármacos y los carburantes.
