Banco Sabadell se guarda dos ases en la manga si al final no logra adjudicarse la Caja del Mediterráneo (CAM). Su primera opción es quedarse con la caja alicantina, pero si no lo consigue pretende pujar por Banco de Valencia, intervenido por el Banco de España el pasado 22 de noviembre e integrar Caja 3 al grupo si al final cuajan los contactos emprendidos hace unas semanas.
El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, lo tiene muy claro. "Ahora o nunca. Este es el momento de crecer". Sabadell quiere convertirse en un banco sistíémico, y si puede, adelantar tambiíén a su más directo rival, Banco Popular. Por ello, el grupo catalán no escatima en analizar todas las entidades que puedan ser objeto de compra o de integración.
El Banco de España, de hecho, cuenta con Sabadell para protagonizar operaciones corporativas. Es uno de los elegidos para construir el nuevo mapa financiero español.
El principal objetivo de Sabadell en estos momentos es CAM, y aunque no está confirmado que haya pujado por quedarse con la entidad alicantina, todo apunta a que es la única oferta con posibilidades de hacerse con esta caja, salvo que el supervisor opte por el modelo propuesto por La Caixa y trocearla.
Esta última alternativa ya fue rechazada por el Banco de España hace dos meses, pero la falta de interíés por CAM podría haber hecho reflexionar al supervisor otra vez sobre esta opción en el caso de que la oferta de Sabadell pueda suponer un suicidio para el grupo catalán y un altísimo coste para el erario público por las importantes ayudas solicitadas. Se calcula que el FROB podría aportar hasta casi 20.000 millones de euros en ayudas para cubrir la posible morosidad futura de la caja en un periodo de 10 años.
Si logra incorporar CAM a su grupo Sabadell podría llegar a contar con 165.0000 millones de euros en activos, frente a los 161.000 millones que tiene Banco Popular con Pastor. Sabadell sería así un banco sistíémico y se colocaría como la quinta entidad financiera española.
Pero Oliu tiene un plan B por si fracasa esta opción. Pujaría por Banco de Valencia e intentaría retomar los contactos con Caja 3. Esta última entidad esta integrada por CAI, Círculo de Brugos y Caja Badajoz, y aunque es un grupo que no ha solicitado FROB para su saneamiento, su escaso tamaño le hace inviable para sobrevivir en un futuro si el panorama económico y financiero se alarga hasta el próximo año, algo que se da por seguro.
Ante ello, el Banco de España ha recomendado a Caja 3 que busque socios. Unicaja y BMN ya se han acercado a este grupo, lo mismo que Sabadell. No en vano, el banco que preside Josep Oliu ya ha mantenido dos reuniones con los responsables de Caja 3.
El escollo es que Caja 3 aportaría al grupo catalán solo unos 20.000 millones de euros en activos. Sabadell cuenta con unos activos de 95.000 millones, con lo que el hipotíético nuevo grupo no lograría rebasar la barrera de los 150.000 millones de euros en activos. Eso sí, Sabadell tambiíén intentaría pujaría en este caso por Banco de Valencia, que cuenta con unos activos de 23.998 millones de euros.
De sumar Caja 3 y Banco de Valencia los activos de Sabadell ascenderían a unos 140.000 millones de euros. Estaría aún por debajo de su objetivo de sobrepasar los 150.000 millones de euros en activos, pero estaría muy cerca.