â– El Ayuntamiento de Madrid lidera el 'ranking' de morosidad municipal con 600 millones de euros
â– FCC es la empresa más perjudicada con retrasos en los pagos que alcanzan 1.400 millones de euros
Los ayuntamientos, el primer eslabón del díéficit público del Estado, debían a finales de septiembre 3.000 millones de euros a las empresas de servicios urbanos dedicadas a las tareas de limpieza viaria, recogida y transporte de basuras, y tratamiento y eliminación de residuos sólidos, según precisan fuentes del sector. Se trata de una deuda acumulada a lo largo de meses de impagos, cuyo cobro resulta más que dudoso en unos momentos de grandes recortes en el gasto público.
La situación es insostenible. Tanto, que el Partido Popular se ha visto obligado a interceder ante las principales compañías suministradoras de energía (Iberdrola, Endesa y Gas Natural ) y de telecomunicaciones (Telefónica, Vodafone y Orange) para intentar paralizar el corte de suministro de energía y de telíéfono en algunos ayuntamientos morosos. En la sede de la calle Gíénova calculan que a finales de año cerca de 500 consistorios entrarán en suspensión de pagos, frente a los 125 contabilizados en septiembre.
Como botón de muestra de los excesos cometidos aparece Jerez de la Frontera, donde las nóminas de 115 empleados superan a la del alcalde electo, absorbiendo el 85 por ciento del presupuesto municipal. Un disparate, en palabras de las fuentes consultadas, que pone de manifiesto la irrealidad en la que viven muchos municipios.
Las grandes perjudicadas
Las principales perjudicadas por la incapacidad financiera de los ayuntamientos para atender sus obligaciones contractuales son las grandes empresas del sector. FCC, Fe- rrovial (Cespa), ACS (Urbaser) y Sacyr Vallehermoso (Valoriza) están sufriendo en sus propias carnes las duras inclemencias derivadas del descontrol presupuestario que ha caracterizado la gestión de la mayor parte de los ayuntamientos.
FCC es con diferencia la más expuesta de todas; de hecho, el 10 por ciento de su ebitda procede de esta actividad específica. A día de hoy, la sociedad que preside Baldomero Falcones sigue pendiente de cobrar 1.400 millones de euros, seguida de lejos por ACS (600 millo- nes), Ferrovial (400 millones) y Sacyr Vallehermoso (alrededor de 200 millones), de acuerdo con las fuentes citadas.
El listado de alcaldías de dudosa solvencia que han contratado los servicios de FCC es muy extenso. Entre ellas y a modo de ejemplo figura Jaíén, que le adeuda 75 millones (el 20 por ciento de su carga financiera total), Benidorm (5,2 millones), Míérida (4,3 millones) o Vigo, cuya casa consistorial fue asaltada el pasado 14 de noviembre por trabajadores de la contrata para denunciar el despido de 180 trabajadores de una plantilla integrada por 500 empleados.
Como consecuencia de no cobrar y de convertirse en vehículos financieros, las empresas de servicios urbanos se están viendo obligadas a reducir plantilla, sobre todo puestos temporales. Este colectivo, el más díébil de una cadena formada por un total de 120.000 trabajadores, es el primero del que prescinden las empresas adjudicatarias. En Madrid, una ciudad caracterizadas por sus árboles de hoja caduca, la labores de limpieza otoñal han recaído sobre los empleados fijos, ante la falta de mano de obra eventual.
La capital, de largo, es el ayuntamiento que más factura de los 6.500 que existen en España y tambiíén el que más dinero adeuda, en concreto cerca de 600 millones de euros. Sus problemas de pago se remontan al último año y aún debe de abonar las facturas correspondientes a los tres últimos meses. Aunque "para cobrar hay que estar presente", según reconocen las fuentes citadas, algunas empresas optan por acudir a la justicia para liberarse de los contratos, en un intento de parar la sangría de sus balances. Es el caso de Urbaser (ACS), que tras dejar de ingresar 20 millones del ayuntamiento de Parla (Madrid) pasó la patata caliente a Valoriza. La filial de Sacyr llegó a acumular impagos por valor de 80,6 millones, alcanzó un acuerdo para refinanciar la deuda y ante la imposibilidad de seguir prestando sus servicios porque no cobraba cedió el testigo a Limpiezas Himalaya, especializada en la limpieza de oficinas, que en UTE con una empresa catalana se encarga de los trabajos.