¿Quíé ocurre en los muelles de El Corte Inglíés?
por Raquel Díaz Guijarro en Cinco Días
Economistas y expertos cuentan para hacer sus predicciones con los denominados indicadores adelantados de la economía. Se trata de datos que dan idea de cómo se está comportando la actividad. Se clasifican como tales el consumo de cemento, las ventas minoristas, la demanda elíéctrica, o la compra de automóviles, entre otros. Para el común de los mortales hay otros indicadores que, sobre todo en tiempos de crisis como el actual, miden y de quíé manera el alcance de la misma. A saber: grado de ocupación de los restaurantes, colas en los cines y teatros, número de taxis en las paradas, tiempo de espera en las peluquerías, o atascos para acceder a los grandes centros comerciales son solo alguna muestra y aunque no son infalibles (en los barrios de alto standing es mejor no hacer el ejercicio), sí dan tambiíén muchas pistas sobre lo que está ocurriendo.
Pues bien, los grandes almacenes por antonomasia de España, El Corte Inglíés, acometieron este otoño una fuerte reestructuración de los horarios de su personal de almacíén y muelles de carga con el fin de cubrir mejor los picos de trabajo que se registran cada año con motivo de la campaña de Navidad y Reyes. Les impuso salir una hora más tarde a los empleados del turno de mañana para de ese modo evitar en gran parte que muchos de ellos tuvieran que quedarse a echar horas.
La amarga sorpresa que se han encontrado desde hace ya algunas semanas es que no solo no tendrían que haberse quedado a hacer horas extra para poder surtir mejor a las tiendas, como en años anteriores; sino que muchos de ellos se encuentran casi parados ante la falta de trabajo. "Si las tiendas no venden, nuestra carga de trabajo se reduce y lo de este año no lo habíamos visto nunca antes". "Solo está funcionando, y ligeramente por debajo, la campaña de juguetes", aseguran algunos trabajadores.
Esto explicaría las sucesivas promociones que encadena esta marca semana tras semana o la ampliación de su horario comercial, ahora abierto desde las nueve de la mañana. Quienes hayan paseado recientemente por alguna de sus tiendas estarán de acuerdo en que gente sigue habiendo, sobre todo a ciertas horas y ciertos días, pero comprando...no tanta. La crisis y, en especial el miedo a lo que se avecina, siguen haciendo estragos.