La crisis económica se ha convertido en el principal y más eficaz regulador del mercado de telecomunicaciones.
Da igual que se trate del mercado de banda ancha fija (ADSL o cable) como de telecomunicaciones móviles, los esfuerzos de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), el regulador del sector, para que se redujesen las cuotas de mercado de los operadores dominantes (Telefónica en el caso del fijo y Movistar, Vodafone y Orange en el del móvil) con la introducción de nuevos competidores apenas había tenido íéxito en el mercado español, caracterizado históricamente por tener usuarios conservadores que no se fiaban de los servicios de los nuevos competidores.
Pero la crisis económica hizo nacer una nueva sensibilidad a los precios, desconocida hasta ahora en España, que nos ha convertido en más ahorradores -¬más alemanes- y que ha provocado que ahora sí que miremos las facturas y nos cambiemos de operador si nos ofrece ahorrar unos pocos euros al mes, lo que ha hecho florecer las propuestas low cost.
Y en pocos segmentos se demuestra esta nueva mentalidad como en la portabilidad de la telefonía móvil. Con una perspectiva de largo plazo se aprecia la magnitud de las transformaciones que han sacudido a los operadores móviles.
Teniendo en cuenta los movimientos de clientes desde inicios del 2007, el primer año en que se empezaron a notar los efectos de la crisis, hasta el pasado mes de octubre, los dos mayores operadores móviles de España, Movistar y Vodafone, han perdido, conjuntamente, algo más dos millones de clientes. De esa cifra Movistar ha perdido 1,08 millones y Vodafone un millón justo.
Los principales ganadores de estos dos millones perdidos por los dos grandes han sido, precisamente, los más pequeños: Yoigo (filial de la operadora sueca TeliaSonera) y la veintena larga de operadores móviles virtuales (OMV), grupos que no tienen red propia y la alquilan a un operador anfitrión.
Yoigo se ha llevado dos tercios de esa ganancia, aproximadamente 1,4 millones, mientras que los OMV han ganado el otro tercio, es decir, algo más de 600.000 usuarios. Orange, el tercero de los grandes operadores con red propia, ha tenido un resultado mucho más modesto, con una ganancia acumulada de 103.000 clientes.
De todas formas, si se realizase el cómputo desde 2008, las cifras cambiarían bastante, ya que, en 2007, Orange perdió más de 200.000 clientes a manos de Euskaltel, lo que desequilibra las estadísticas. Orange registró en 2007 la píérdida de 341.000 clientes, mientras que el conjunto de los virtuales ganó 246.000 debido al efecto Euskaltel.
Por tanto, descontando 2007, y tomando el cómputo sólo desde 2008, las cifras de Telefónica y Vodafone apenas hubieran variado. Sin embargo, en el bando de los ganadores habría una variación significativa a favor de Orange y en contra de los virtuales. Mientras que la filial de France Tíélíécom se habría apuntado la ganancia de 444.000 clientes, Yoigo sólo habría sumado 1,27 millones y los virtuales 383.000.
El bache en 2010 y 2011
Hay que tener en cuenta que las grandes variaciones en la portabilidad son cosa reciente, de los últimos dos años, en los que Movistar y Vodafone se han encontrado con importantes dificultades en este mercado debido a que sus ofertas se habían quedado obsoletas para los nuevos gustos de los usuarios. Esos problemas les han llevado no sólo a revolucionar por completo su oferta de tarifas sino tambiíén a cambiar su cúpula directiva.
En el caso de Vodafone, con la llegada, en abril de este año, del sudafricano Shaamil Joosub como consejero delegado de la filial española, y en el de Movistar, con el nombramiento del español Luis Miguel Gilpíérez el pasado septiembre.
En 2010, Vodafone se dejó 573.000 clientes en portabilidad, mientras que Movistar perdía 221.000. Y en lo que va de año, se han intercambiado los papeles, Movistar pierde hasta octubre 641.000 mientras que Vodafone roza los 120.000 usuarios perdidos.
Mercado total
De todas formas, la portabilidad sólo es una parte de la realidad del mercado. Las altas netas de los operadores, es decir, el número total de clientes que han sumado muestra tendencias distintas y menos negativas para los dos grandes.
De hecho, desde finales de 2007 y hasta el tercer trimestre de 2011, los cuatro grandes operadores tienen ganancia positiva de clientes. El que peor resultado ha obtenido es Orange, que en los tres años y nueve meses transcurridos ha sumado 1,13 millones de nuevos clientes. A continuación se sitúa Movistar, con 1,27 millones de nuevos abonados, mientras que Vodafone ha sumado 1,71 millones de clientes. El gran ganador ha sido, una vez más, Yoigo, que ha sumado 2,43 millones de usuarios.
Una de las principales razones de este crecimiento generalizado es que el mercado global ha crecido mucho como consecuencia de la llegada de la banda ancha móvil, por un lado, y de las comunicaciones máquina a máquina (M2M) por otro.
La banda ancha móvil ha permitido la proliferación de los famosos módems USB o pinchos de internet, que permiten conectar ordenadores portátiles a Internet móvil. Más recientemente, la llegada de tabletas, como el iPad, tambiíén ha contribuido a que los clientes que antes sólo tenían una conexión móvil tengan ahora dos o tres.
Y las M2M están permitiendo que cada vez haya más máquinas conectadas a Internet, desde contadores elíéctricos a dispensadoras de vending. Todo ese fenómeno ha permitido que entre finales de 2007 y septiembre de 2011 el número de líneas móviles activas se haya incrementado en 6,8 millones, según la CMT, hasta 55,2 millones de abonados.