INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: Smithfield eleva su poder en Campofrí­o tras acabar el pacto firmado con Ballvíé  (Leído 218 veces)

Eguzki

  • Socio Foxinver
  • Excelente participación
  • ***
  • Mensajes: 26.157
  • Karma: +0/-1
Smithfield Foods, primer accionista de Campofrí­o con el 36,9 por ciento de las acciones, tiene ya ví­a libre para lanzar una opa sobre la compañí­a sin la necesidad de contar con su presidente, Pedro Ballvíé, titular de otro 12,8% de las acciones e hijo del fundador.


Hace tres años, tras la fusión de Campofrí­o con la división europea de Smithfield Foods, ambas compañí­as firmaron un pacto parasocial para evitar acciones hostiles, pero el acuerdo finaliza el próximo sábado 17 de diciembre y desde ese momento no habrá ya ninguna barrera para la toma de control.

De hecho, desde la próxima semana, Smithfield, que tení­a limitados hasta ahora los derechos de voto al 30% del capital, podrá ejercerlos ya sobre la totalidad de su participación.

Fin de la limitación
El pacto firmado en diciembre de 2008 establecí­a que "las sociedades del Grupo Smithfield no podrán ejercitar los derechos de voto correspondiente a las acciones de las que sean titulares, en el porcentaje que, conjuntamente considerado, exceda el 30% del capital social de la Sociedad, ni en todo caso designar con sus votos a más de la mitad de los miembros del Consejo de Administración". Pero eso es ya historia.

Aunque es cierto tambiíén que Pedro Ballvíé tiene todaví­a un colchón de protección. En el pacto se aseguraba que el empresario burgalíés seguirí­a ocupando el cargo de presidente durante un periodo de 5 años desde la fusión, con lo que le quedan todaví­a otros dos más por delante. Y, además, hasta diciembre de 2013 tampoco podrá variar la composición del consejo.

En estos momentos, el máximo órgano ejecutivo está compuesto, además de por Ballvíé, por tres independientes, dos representantes de Smithfield Foods, dos del fondo de inversión Oaktree y uno de la familia Dí­az, antigua dueña de Navidul. Aunque por ahora no hay ningún pronunciamiento oficial por parte de Campofrí­o, fuentes próximas a Ballvíé sí­ que reconocen que el directivo está tranquilo ante una posible oferta hostil por parte de su socio norteamericano.

La relación con Smitfhield, que estarí­a obligada a lanzar una opa si comprara más acciones o tomara el control del consejo, es buena y el empresario está convencido de que la multinacional no tomarí­a ninguna decisión sin contar con íél. En la empresa creen que no tendrí­a mucho sentido que Smithfield lanzara ahora una oferta cuando hace apenas seis meses decidió renunciar a la oferta conjunta que ambos habí­an anunciado en abril para tomar el control de la empresa y excluirla de bolsa.

Su principal problema es que esa oferta, que no llegó nunca a concretarse, estaba pensada a 9,5 euros por acción y Campofrí­o cotiza ahora a 6,64 euros, con lo que la compra le saldrí­a mucho más barata. Y sin tener que contar con un tercero. Aunque las razones de su retirada persisten -las dificultades financieras en Europa-, el grupo estadounidense reconoció el pasado mes de noviembre en una presentación ante analistas que quiere utilizar su tesorerí­a para hacer compras en el sector cárnico. Y la española, a pesar de los problemas en el Viejo Continente y la subida del precio de la materia prima, sigue siendo un bocado muy apetitoso.

"La compra de Campofrí­o reforzará la estrategia a largo plazo", explicaba Larry Pope, consejero delegado de Smithfield y consejero de Campofrí­o el pasado mes de abril. "Estimamos sinergias relacionadas con la comercialización, la producción y la compra de materias primas tanto en Estados Unidos como en nuestro negocio internacional".

La operación no se materializó, pero la opinión sigue siendo la misma. En un comunicado remitido a la SEC, el regulador del mercado estadounidense, Smithfield reconocí­a que "hemos analizado nuestra inversión en Campofrí­o ante posibles daños y hemos determinado que el precio justo de la compañí­a es superior al valor en libros a 30 de octubre".

Más allá del valor del mercado, la americana reconocí­a la existencia de una prima basada en la premisa de que "somos el mayor accionista y mantenemos presencia y capacidad de influencia tanto en las decisiones estratíégicas".