La noticia buena es que las pensiones volverán a subir en 2012, tal y como prometió Mariano Rajoy durante la campaña electoral. La mala es que el incremento ‘a cuenta’ se situará en el entorno del 1%, por debajo de la inflación prevista por el consenso de los analistas (un 1,6% en media anual). ¿La causa? Las dificultades de tesorería de la Seguridad Social, cuyas arcas están al límite. “Tendremos que rebañar de todas partesâ€, asegura una fuente autorizada del Partido Popular.
No es para menos teniendo en cuenta que ya este año la Seguridad Social registrará díéficit, en el entorno de una o dos díécimas del PIB: algo más de 2.000 millones de euros. El incremento de las pensiones, incluso, podría ser menor (del 0,8%) si finalmente la herencia es peor de lo previsto inicialmente.
Lo que está fuera de toda duda es que habrá subida (al contrario de que lo sucedió en 2011 para las pensiones contributivas), y que al final del año que viene -noviembre sobre noviembre- se compensará la píérdida de poder adquisitivo derivada de la evolución de los precios si finalmente suben más que lo abonado en concepto de anticipo a cuenta. En línea con lo manifestado con Rajoy, quien aseguró antes del 20-N que su prioridad era mantener el poder adquisitivo de las pensiones.
El deterioro de las cuentas de la Seguridad Social tiene que ver con el hecho de que los cobros por operaciones financieras está cayendo un 3%, mientras que los pagos aumentan nada menos que un 4,6%, lo que ha puesto la tesorería contra las cuerdas.
Las fuentes consultadas insisten en que habrá que “rebañar†de todos los sitios. Y en este capítulo se incluye la cuenta que tiene abierta la Seguridad Social en el Banco de España para otros fines, los excedentes de las mutuas o algunos fondos procedentes de la Unión Europea que todavía no se han ingresado. Y sólo si es estrictamente necesario se tirará del Fondo de Reserva de la Seguridad Social.
El uso de la llamada ‘hucha de las pensiones’ sería un hecho extraordinario, toda vez que nunca se ha utilizado esta vía. Hasta el punto de que la propia normativa que lo regula establece condiciones para su manejo. En concreto, la ley dice que el Fondo se destinará “con carácter exclusivo†a la financiación de las pensiones de carácter contributivo y a los gastos derivados de su gestión, “y sólo será posible en situaciones estructurales de díéficit por operaciones no financieras del sistema de la Seguridad Socialâ€.
Una práctica habitual
El hecho de que el PP abone alrededor del 50% de la inflación prevista y no su totalidad no es, desde luego, inusual. Es lo que ha pasado en los últimos años, incluso en los ejercicios con mayor holgura económica.
Los problemas de tesorería de la Seguridad Social hay que vincularlos a la caída del empleo y a la contención de las bases de cotización por la moderación de los salarios, pero tambiíén a las deudas contraídas con el Estado con el sistema público de protección social. En particular por el pago de las cotizaciones por desempleo. Según los datos más recientes (31 de octubre), los servicios públicos de empleo adeudan a la Seguridad Social 6.141 millones de euros, aunque esta cifra finalmente bajará en noviembre y diciembre, ya que el Gobierno habilitó un críédito extraordinario.
Las fuentes consultadas consideran que la delicada situación de Tesorería de la Seguridad Social tambiíén tiene que ver con errores de gestión. Y así se puso de relieve en una reunión celebrada, el pasado miíércoles, por los altos cuerpos del departamento, insatisfechos con la última reforma del sistema.
A la reunión asistieron funcionarios de los cuerpos superiores, letrados, interventores, actuarios y tíécnicos, y la conclusión fue que la tímida reforma de la Ley de Pensiones en cuanto a funcionamiento interno de la Seguridad Social no soluciona nada. Y en este sentido, es más que probable que el Partido Popular rescate la creación de una Agencia Nacional de la Seguridad Social que agrupe tanto el INSS como la Tesorería General, y en la que se integrarían todas las entidades gestoras. Una vieja idea que estuvo ya a punto de salir adelante durante el anterior Gobierno del PP.