La economía norteamericana será la sorpresa positiva de 2012, las rentabilidades de los bonos se mantendrán "excesivamente bajas" y hay que olvidarse de China; el país asiático del que preocuparse es India. Estas son algunas de las predicciones de un panel de expertos celebrado ayer en la CNBC.
Bill Gross, el gestor de Pimco afirma que el quantitative easing ha provocado unas rentabilidades de los bonos muy bajas y unos mercados de deuda sobrevalorados, algo que continuará mientras el Gobierno busque formas de sacar a la economía de EEUU de una recesión potencial.
Este comportamiento "pone el trofeo de la valoración en el campo de la renta variable" comparada con los bonos, según Gross, que recientemente ha predicho que la Fed mantendrá bajos los tipos entre tres y cinco años más. Algo que explica oír quíé Pimco está invirtiendo ahora en titulizaciones hipotecarias (MBS).
Para los alcistas, como el profesor Jeremy Siegel de la Wharton School, esto es algo maravilloso. "Hay grandes ganancias potenciales en bolsa frente a los bonos y los tipos de interíés, y además con las valoraciones más bajas de los últimos 60 años", señala.
Con un ojo puesto en Asia
Aunque Europa sigue siendo una fuente de temor, particularmente los países perifíéricos, la economía de EEUU "va a sorprender al alza", según Siegel. Tambiíén se muestra optimista sobre los mercados emergentes y opina que China logrará un "aterrizaje suave" tras su rápido ritmo de crecimiento anterior.
Stephen Roach, presidente de Morgan Stanley Asia, opina que "se exagera la crisis de China" y le preocupa más India. A su juicio, India es la única economía asiática con "un gran díéficit presupuestarios, que limita su capacidad para utilizar la política monetaria o fiscal Si estás preocupado por Asia, me olvidaría de todo lo que se dice de China. Estará bien. Pero India es un lugar que merece un escrutinio especial".
Roach discrepa de la necesidad de más quantitative easing para impulsar la economía de EEUU. La única forma de que crezca, sostiene, es rebajar el nivel de deuda de los consumidores americanos, que han gastado demasiado, ahorrado demasiado poco y se han encontrado constreñidos en sus finanzas.
Gross añade que EEUU tiene que volver a ser competitivo: "Necesitamos empleos. Los dos partidos en el Congreso no lo comprenden. Hablan de rebajar impuestos o de mayor gasto". Aunque cree que estas medidas es importante para reducir el díéficit, preferiría centrarse ahora en financiar específicamente proyectos de infraestructura y formación para empleos de alta tecnología.
"En lo que ha fracasado el país en los últimos 10-20 años es en producir cosas. Lo que hacemos ahora es producir papel", señala. "No somos un país competitivo con nuestro papel, por oposición a lo que íéramos con nuestra producción de bienes", concluye.