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Autor Tema: Los errores de la visión neoliberal de la crisis del euro  (Leído 191 veces)

Orpheo

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Los errores de la visión neoliberal de la crisis del euro
« en: Enero 05, 2012, 12:56:00 pm »
 Este artí­culo critica la versión neoliberal, bien representada en el artí­culo de David Brooks del New York Times, y ampliamente compartida por las derechas de Estados Unidos y de Europa, incluyendo las españolas y catalanas, sobre la crisis del euro y la supuesta responsabilidad que los paí­ses PIIGS tienen en la gíénesis de la crisis.

 

En España, cuando se alude a temas económicos de The New York Times inmediatamente se piensa en Paul Krugman, el premio Nobel de Economí­a. Desde su columna en ese rotativo, Krugman provee una visión keynesiana de la crisis de la Eurozona que, con algunas matizaciones, define bastante claramente lo que pasa en esta unidad monetaria y por quíé ahora está en profunda crisis.

En cambio, en España es poco conocido otro columnista de The New York Times, David Brooks, una de las voces más importantes del pensamiento conservador y neoliberal de los Estados Unidos.

 

íšltimamente, Brooks ha publicado un artí­culo, El espí­ritu de empresa, que ha tenido mucho impacto porque refleja muy bien el punto de vista de las derechas norteamericanas sobre la crisis del euro, y que coincide con lo que tienen el gobierno alemán y grandes sectores de las derechas, incluyendo las catalanas y las españolas. El escrito tiene gran interíés y se publicó el pasado dí­a 10 en este diario, el ARA, que tambiíén publica frecuentemente artí­culos de Krugman que presentan una visión diferente.

 

Para David Brooks, la raí­z del problema del euro es el comportamiento de los paí­ses del sur de Europa-como Grecia, Portugal, España e Italia-, que, viviendo por encima de sus posibilidades, estuvieron gastando de una forma irresponsable, pidiendo dinero a los bancos alemanes y de otros del centro de Europa, que tienen toda la razón de exigir que se les devuelvan. Esto es lo que el gobierno Merkel está pidiendo que se haga. No es justo-según David Brooks-que los alemanes estíén ayudando a los paí­ses del sur-a travíés del Banco Central Europeo (BCE) -, rescatando los paí­ses que “tienen unos sectores públicos enormes, muy por encima de lo que pueden pagar”.

 

David Brooks defiende así­ la postura de la Sra. Merkel, afirmando que Alemania ya ha cumplido su deber y ahora es el momento en que españoles e italianos cumplan el suyo. Que Alemania les ayudara ahora, sin más, serí­a recompensar un comportamiento irresponsable. Antes de recibir ayuda, deben mostrar que pueden ser responsables. Es interesante subrayar que esta visión de las causas de lo que está pasando es aceptada incluso entre algunos sectores del equipo económico del socialismo español, tal como he documentado recientemente en el artí­culo Debates sobre la socialdemocracia en España.

 

El problema de tal teorí­a es que ignora datos fácilmente accesibles que muestran el error de sus supuestos. Veámoslo. En primer lugar, los datos no muestran que España tenga un sector público hipertrofiado. El gasto público por habitante es, en España, el más bajo de la UE-15. Lo mismo en cuanto al porcentaje de la población adulta que trabaja en el Estado: es sólo el 9%, uno de los más bajos de la UE-15 (la media de la UE-15 es el 15%, y Suecia es el 25%). ¿Dónde está la hipertrofia?

 

Veamos otro dato. Brooks tambiíén dice que la crisis viene del hecho de que España se gasta más de lo que tiene, despuíés de haber actuado de una manera licenciosa y exuberante durante muchos años. De nuevo, los datos no apoyan este supuesto. El estado español, cuando la crisis comenzó en 2007, estaba en superávit y la deuda pública era de los más bajos de la UE-15. En realidad, España habí­a sido el discí­pulo ejemplar de los establishments neoliberales europeos y el gobierno Zapatero recibió en más de una ocasión un gran aplauso (incluyendo de la señora Merkel) por sus medidas de austeridad. ¿Dónde está, pues, la exuberancia en el sector público?

 

Vamos ahora a la exuberancia en el sector privado. Y ahí­ sí­ que hubo una gran exuberancia y especulación. Pero, al parecer, el Sr. Brooks desconoce el papel clave que jugó la banca alemana en facilitar y estimular el endeudamiento de las instituciones financieras españolas, obteniendo en el proceso unos beneficios autíénticamente exuberantes. La banca privada, tanto española como alemana, y sus supervisores -tanto el Banco Central Europeo como el Banco de España y el banco central alemán- actuaron con un elevado nivel de irresponsabilidad, en el caso de los bancos, y de complicidad , en el caso de los bancos centrales. David Brooks, en su canto a la banca alemana, ignora que estaba metida en la burbuja inmobiliaria especulativa española hasta la míédula, de lo cual consiguió grandes beneficios hasta que la burbuja explotó.

 

Y, finalmente, David Brooks tambiíén ignora cómo funciona el BCE y su relación con la banca alemana. Cuando se dice que el BCE ayuda a España comprando deuda pública, no lo hace con dinero alemán que le presta la banca alemana. La banca alemana tiene una enorme influencia sobre el BCE, pero el dinero del BCE no es dinero alemán. El dinero del BCE se imprime en las máquinas que producen dinero y se utilizan para comprar los bonos públicos de España con unos elevados intereses, con lo que no cuesta ni un cíéntimo al ciudadano alemán o a sus bancos. En realidad, el BCE gana dinero no sólo imprimiendo, sino recibiendo los intereses.

 

Al parecer, Brooks ignora que el hecho de que los bancos alemanes y su banco central no quieran que se compren bonos públicos no es porque los pensionistas alemanes estíén ayudando al estado español (cosa que no hacen), sino porque temen que imprimiendo moneda aumente la inflación, el enemigo número uno de la banca en cualquier paí­s. Aquí­ está el problema. El problema con esto es que, como ha admitido el nuevo director del BCE, Mario Draghi, existe el peligro de que en lugar de inflación tengamos deflación, y la tendremos si acabamos en la gran recesión a la que indudablemente nos llevan las polí­ticas promovidas por la Sra. Merkel y que cuentan con el apoyo del Sr. David Brooks y otros pensadores neoliberales a ambos lados del Atlántico. Así­ de claro.

 

Vicení§  Navarro


En individuos, la locura es rara; en grupos, partidos, naciones y épocas, es la regla", Nietzsche.