Por lo general en esta íépoca del año, Jalgaon, ciudad en el oeste de India, es un hervidero de camiones transportando montañas de algodón blanco y esponjoso a sus mercados.
Pero en el último tiempo, los agricultores han estado bloqueando las carreteras con neumáticos en llamas y se niegan a vender sus productos en un intento por obligar al Gobierno a elevar los precios de los cultivos que dicen apenas cubren los costos.
En las últimas semanas, miles de personas de granjas desde el estado de Maharashtra en el oeste, hasta Andhra Pradesh en el sur, han salido a la calles para exigir al Gobierno que aumente los precios de los productos agrícolas para que coincidan con los crecientes costos.
El precio es el único estímulo de estas protestas en la tercera mayor economía de Asia, un cambio desde la oposición centrada principalmente en las políticas de comercio mundial e impulsada por los líderes locales para aprovechar el fuerte voto de los agricultores.
Los agricultores en el distrito de Jalgaon, donde se cultiva algodón, por ejemplo, quieren que el Gobierno pague 6,000 rupias (112.8 dólares) por cada 100 kilos de algodón, casi el doble del precio de sostíén de 3.300 rupias.
"Los precios de sostíén no reflejan el aumento de los costos de producción", dijo Raju Shetty, líder campesino y miembro del Parlamento.
"Estamos exigiendo un aumento en los precios de sostíén de casi todos los productos, teniendo en cuenta el mayor costo de los fertilizantes, la electricidad y los salarios", dijo Shetty, quien en noviembre lideró una protesta de los productores de caña en Maharashtra.
Precios más altos
Con casi la mitad de los 1,200 millones de habitantes de la India viviendo de actividades relacionadas con la agricultura, las protestas están aumentando la presión sobre la economía, ya en problemas por una alta inflación y un lento crecimiento.
Debido a que los agricultores han frenado las entregas, los precios de los productos básicos, como la caña de azúcar, el algodón y las cebollas han subido y los operadores están sintiendo la presión.
Ramesh Patil, un comerciante en Jalgaon, se había comprometido a vender algodón a un exportador de Mumbai en la primera semana de diciembre, esperando la llegada de mucha mercadería a los mercados locales en noviembre.
Pero se vio obligado a viajar a las aldeas para tratar directamente con los vendedores, que pidieron un precio más alto.
"No tuve más opción que pagar los altos precios de los agricultores y comprar algodón. Sabía que los precios en el mercado mundial estaban cayendo, que los precios de las exportaciones caían, pero como tenía ese compromiso tuve que comprar al precio más alto. No podía dejar de cumplir", dijo Patil.
Desde el comienzo de la zafra de algodón -desde el 1 de octubre al 25 de diciembre- llegaron a los mercados de Maharashtra 1,4 millones de fardos de 170 kilos cada uno, cerca de la mitad de los 2,77 millones de pacas recibidas durante el mismo período un año atrás.
Nueva Delhi tambiíén está sintiendo la presión pues los altos precios garantizados por los agricultores de caña de azúcar en Maharashtra y Uttar Pradesh han llevado a los molineros a pedir un aumento de las exportaciones.
Las exportaciones recortarán los suministros de azúcar locales y endurecerán los precios, aumentando la presión sobre la inflación del sector de alimentos.
En Maharashtra, el principal estado productor de azúcar, los molineros finalmente accedieron a pagar precios más altos despuíés de que los agricultores se negaran a vender sus productos a niveles inferiores.
Sin embargo, los molineros están pidiendo al Gobierno que permita más exportaciones de azúcar por encima del millón de toneladas acordadas en noviembre, para asegurar que puedan compensar ese gasto con precios más altos en el mercado mundial.
"Los molineros no pueden pagarles a los agricultores un precio más alto sólo vendiendo azúcar en el mercado local", dijo Kamal Jain, director general de Servicios de Comercio Kamal Jain, un corredor de azúcar.
"El Gobierno tiene que permitir las exportaciones mientras los precios del mercado local son bajos", añadió.
SUBSIDIOS DE ALIMENTOS
India aumentó el precio de compra para el arroz común en un ocho por ciento y decidió que pagará cerca de un 10 por ciento más a los agricultores locales para la compra de trigo el 2012.
"La presión del lado de los agricultores es mucha (...) Ahora se necesita que los precios de compra de trigo y arroz aumenten casi todos los años en una cantidad sustancial", dijo un funcionario de la Corporación de Alimentos de la India, la agencia de compras del sector público.
"Esto se añadirá a la subvención de alimentos", agregó.
Los planes del Gobierno para expandir el programa de subsidios alimenticios de miles de millones de dólares puede que haga más difícil el cumplir con su objetivo de reducir el díéficit fiscal a un 4,6 por ciento del Producto Interno Bruto en el año fiscal que termina en marzo.
Analistas y operadores dicen que elevar los precios de apoyo tambiíén hará que sea difícil detener la inflación del sector de alimentos.
Avinash Lotan Patil, un agricultor de algodón de 43 años originario de Jalgaon, lo simplifica.
"Si el Gobierno puede aumentar la electricidad y el precio de los fertilizantes, ¿por quíé no puede subir el precio del algodón?", se pregunta
