Francia podría enviar un impuesto a las transacciones financieras al Parlamento el próximo mes, incluso sin contar con el respaldo de sus socios europeos, dijo el domingo un funcionario de alto rango.
Sarkozy anticipó el viernes que no esperaría a que otros países de la Unión Europea accedieran a aplicar el gravamen, que es apoyado por Alemania e Italia, pero rechazado vigorosamente por Gran Bretaña, que busca blindar su enorme industria de servicios financieros.
El asesor presidencial, Henri Guaino, dijo la semana pasada que Francia decidiría hacia fines de mes cómo avanzaría con el impuesto y el secretario de Estado, Benoist Apparu, señaló el domingo que el Gobierno podría enviar un proyecto de ley al Congreso en febrero.
"No porque los banqueros nos digan 'no, no queremos pagar impuestos' es que los vayamos a escuchar" dijo Apparu a radio J.
Paris Europlace, un grupo de presión para el sector financiero francíés, advirtió el viernes que la economía del país va a sufrir si Francia es el único en adoptar el tributo.
Sin embargo, hay pocas posibilidades de que un impuesto de este tipo vea la luz en toda la Unión Europea en el corto plazo con la actual oposición del primer ministro británico David Cameron. El premier británico dijo a la BBC el domingo que vetaría la iniciativa a menos que fuera impuesta globalmente.
Sarkozy deberá discutir la iniciativa con la canciller alemana, Angela Merkel, durante unas conversaciones en Berlín el lunes, pero el Gobierno alemán ya ha señalado que preferiría que el impuesto fuera aplicado en las 27 naciones de la Unión Europea, lo que tendría que incluir a Gran Bretaña.
El premio Nobel estadounidense James Tobin desarrolló la idea de un impuesto a las transacciones cambiarias a principios de la díécada de los 70 para desalentar la especulación a corto plazo. La idea ganó poca fuerza hasta que Francia y Alemania comenzaron a empujarla a raíz de la crisis financiera del 2008-2009.
Presionando por una rápida introducción del impuesto en Francia, Sarkozy pone a la izquierda, que ha defendido la medida, en la incómoda posición de tener que decidir si es que apoya su iniciativa poco antes de una elección presidencial el 22 de abril y el 6 de mayo.
Manuel Valls, director de comunicaciones del candidato presidencial socialista Francois Hollande, se negó a decir si el partido votaría a favor.
"Vamos a esperar a ver si Sarkozy puede convencer a sus socios europeos, porque todos saben que obviamente este impuesto tiene que ser puesto en marcha a nivel europeo", dijo Valls en radio J.
Sin embargo, el socialista Arnaud Montebourg no dejó nada para ser interpretado al afirmar a la televisora France 3 que votaría por el impuesto, e instó a sus compañeros socialistas a hacer lo mismo