El ministro de Finanzas japoníés, Jun Azumi, mostró su preocupación por la “rápida†caída del euro registrada hoy en los mercados de divisas, que le ha llevado a marcar nuevos mínimos en once años frente al yen en la zona de Asia Pacífico.
“El movimiento es un poco rápido y nos preocupaâ€, dijo Azumi en declaraciones recogidas por la agencia local Kyodo.
La divisa europea marcó hoy un nuevo mínimo de 97,04 yenes en Tokio, poco despuíés de haber tocado los 97,17 yenes en Oceanía.
El ministro nipón eludió dar su opinión sobre la degradación hecha el viernes por la agencia Standard & Poor's de la calificación crediticia de nueve de los 17 países de la eurozona, entre ellos Francia, que ha perdido su calificación AAA.
Sin embargo, sí añadió que la confianza de los inversores se ha visto afectada y que la rebaja ha afectado a bancos europeos y de otras regiones, expuestos a la crisis de deuda.
Además de que el euro rozó hoy los 97 yenes por unidad en Tokio, el selectivo Nikkei cerró la sesión matinal con un caída de 130,98 puntos, o el 1,54 por ciento, y quedó en 8.371,40 enteros, afectada por las rebajas de Standard & Poor's del viernes.
El yen tambiíén se apreció con respecto al dólar, y se intercambió en Tokio en la banda alta de las 76 unidades.
El fortalecimiento del yen frente a las divisas de referencia perjudica a las empresas exportadoras niponas, uno de los pilares de la economía del país, ya que reduce su competitividad y recorta sus beneficios a la hora de repatriarlos.
La semana pasada Azumi y el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, defendieron, tras reunirse en Tokio, la necesidad de que los gobiernos de la eurozona pongan más empeño en establecer un cortafuegos para evitar que la crisis de deuda soberana afecte a los mercados financieros globales y merme el crecimiento económico mundial.