Cuando se reabre el debate sobre las alternativas a la ampliación del aeropuerto londinense de Heathrow, operado por Ferrovial, la empresa ha restado dramatismo ante la CNMV al hipotíético rechazo a la construcción de la tercera pista. Según sus estimaciones, esa decisión no deterioraría el fondo de comercio del aeropuerto.
La CNMV se ha preocupado por los negocios de Ferrovial en Reino Unido y ha pedido dos aclaraciones al grupo: cómo afectaría al fondo de comercio de Heathrow, su principal activo, que el Gobierno rechace su ampliación con la construcción de la tercera pista; y cuál es el papel de Ferrovial en BAA, propietaria del citado aeropuerto, tras bajar del 50% del capital en octubre.
La respuesta se envío al regulador el martes y quita hierro sobre el futuro de Heathrow, mientras se reconoce una píérdida de control en BAA.
En torno a Heathrow, el fondo de comercio marca la diferencia entre el precio que Ferrovial pagó en 2006 y el valor del activo a día de hoy. Se da la circunstancia de que en primavera el Gobierno de Cameron prevíé establecer un nuevo marco para la política de aviación en el que se incluye aumentar la capacidad en el área de Londres. El Ejecutivo tanteará la posibilidad de un nuevo aeropuerto en el estuario del Támesis, valorado en 60.000 millones, mientras ha recordado que la tercera pista de Heathrow no está en su agenda. Mala noticia para Ferrovial.
La empresa viene realizando el test de deterioro para valorar su mayor aeropuerto basándose en el volumen de inversiones futuras a realizar. Y es que las tarifas que cobra BAA son reguladas y tienen que ver con el reconocimiento de las citadas inversiones. De desaparecer el plan de ampliación, se esfuma un proyecto valorado en 8.500 millones y llamado a aumentar la capacidad de la infraestructura en un 50%. El impacto es doble: el aeropuerto, que opera al 99% de sus posibilidades, se queda sin crecer y las tarifas se ven con menor potencial de alza.
Sin embargo, Ferrovial argumenta ante la CNMV que en el test de deterioro de 2010 se consideró que "la inversión de la tercera pista de Heathrow se retrasa cinco años respecto a lo considerado en 2009". Una hipótesis que motivó que se bajaran de 13.500 millones de libras (16.200 millones de euros) a 10.500 millones de libras (12.600 millones de euros) las inversiones previstas en los diez próximos años en sus dos aeropuertos regulados: Heathrow y Stansted.
La CNMV insistió y reclamó a la constructora que ponga cifras al cambio en el valor de Heathrow asumiendo el parón de cinco años y contemplando tambiíén que no pueda ampliarse jamás.
En el primer escenario, Ferrovial se remite al test de 2010: "No se produce deterioro en el fondo de comercio", recuerda. Y añade que "en el caso de que se hubiera asumido un escenario de no desarrollo de la tercera pista tampoco se habría producido deterioro en el fondo de comercio de Heathrow".
Ferrovial sostiene que si Reino Unido aparca sus planes en Heathrow, tendrá que realizar cambios "razonables" en las principales variables del fondo de comercio "sin incurrir en la necesidad de registrar un deterioro".
Píérdida de control con plusvalías millonarias
El hecho de que Ferrovial vendiera en octubre el 5,88% de FGP Topco, sociedad propietaria del gestor aeroportuario británico BAA, motivó la píérdida de control para la empresa española, que pasó del 55,8% del capital al 49,9%.
En la revisión de los estados financieros de la constructora en 2010 y la petición de información sobre los datos financieros de 2011, la CNMV pidió a Ferrovial en diciembre que explicara cuál es su actual papel en la participada británica.
La empresa reconoce que ha perdido la mayoría "tanto en la Junta de FGP Topco como en el consejo de dicha sociedad". Tras la citada venta, tiene cinco votos en un consejo en que el resto de accionistas se reparten otros seis: tres están en manos de Caisse de díépí´t et placement du Quíébec (CDPQ), dos recaen en el fondo soberano de Singapur GIC y la gestora de fondos Alinda cuenta con un voto. "Ferrovial no puede tomar ninguna decisión en BAA sin el acuerdo de otros socios", reconoce.
BAA, que opera seis aeropuertos en Reino Unido., tiene un pacto entre accionistas que da el máximo protagonismo al consejo de FGP Topco, donde precisan una mayoría cualificada las operaciones "de financiación e inversión que superen determinado importe, la aprobación del plan de negocio y del presupuesto, el nombramiento del consejero delegado y del director financiero o la aprobación de las cuentas anuales y de las políticas contables".
Pese a perder peso en las decisiones de BAA, Ferrovial va a apuntarse en 2011 una plusvalía de 900 millones derivadas de la desinversión en FGP Topco y de la actualización del valor de la participación. El volumen de activos de Ferrovial cae 19.300 millones y la deuda neta se reduce en 14.800 millones.