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Autor Tema: Los cortos y la tasa financiera, las dos espadas de Damocles de BME  (Leído 253 veces)

Eguzki

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Bolsas y Mercados (BME) es un valor que ha empezado el año con presiones e incertidumbres polí­ticas en el corto plazo. A la prohibición de las posiciones cortas sobre el sector financiero se une la posible implantación de una tasa sobre las transacciones y la fusión entre Deutsche Bí¶rse y NYSE. Además, la bolsa española es la única de las grandes europeas vulnerable a una caí­da del beneficio en 2012 por los volúmenes de negociación previstos para el ejercicio.

BME ha sido uno de los mejores valores de 2011 -subió más de un 18%- y este año se apunta otro 2,1%. Su estabilidad accionarial y su elevada rentabilidad por dividendo le han convertido en uno de los favoritos de los inversores con mayor al riesgo. Dos fortalezas que no han impedido que el pasado  mes de diciembre fuera uno de los candidatos a salir del Ibex. 

“El factor más negativo para BME es la prohibición de los cortos, ya que puede reducir los volúmenes de negociación de los mercados españoles en un 16%”, explica en un informe Fidentiis, que, por otra parte, señala que tambiíén le puede perjudicar una subida de los impuestos en nuestro paí­s, ya que reducirá la renta disponible para la inversión”.

Desde BPI señalan que el impuesto financiero “es potencialmente negativo para el valor”, aunque todaví­a no está claro cómo y cuándo se pondrí­a en marcha y sobre quiíén recaerí­a. Como explica Tiago Veiga, analista de la firma lusa, “si la UE sigue adelante con la tasa, pero no se aprueba este tipo de gravamen a nivel mundial, la liquidez de algunas acciones, como Santander o BBVA, en el caso español, se transferirá a los paí­ses en los que no haya una imposición así­â€.

La tasa afectarí­a a BME tanto si se impone a los clientes como si la debe pagar la plataforma. En el primer caso, los inversores buscarí­an otras bolsas en las que no tuvieran que pagar el impuesto y “la presión para que las compañí­as cotizaran en otros mercados serí­a enorme”, señala Veiga. Esto lastrarí­a los volúmenes de negociación y el resultado de la compañí­a. Por otra parte, si es BME el que paga, aumentarí­an sus costes, lo que tambiíén perjudicarí­a a sus cuentas. El problema es que es un tema muy polí­tico e imprevisible, comentan los analistas.

Alemania y Francia han enviado a la Unión Europea un informe en el que proponen acelerar la implantación de esta tasa financiera. El asunto será discutido en la cumbre que se celebrará el próximo dí­a 30 y en el encuentro de los responsables económicos de ambos paí­ses en Parí­s tambiíén el lunes. El presidente francíés, Nicolás Sarkozy, considera que este impuesto es algo “que no puede esperar más”. Desde Fidentiis no creen “que pueda ser implementada según la propuesta actual".

Respecto a la fusión de la bolsa alemana con NYSE -una operación que está encontrando la oposición de las autoridades europeas-, en el caso de que falle “habrá una nueva oleada de especulación sobre la consolidación del sector, lo que podrí­a beneficiar a BME”, según BPI.

En cualquier caso, los analistas comentan que aunque el valor objetivo de BME está ligeramente por debajo de su nivel actual y que la prohibición de los cortos y la posible píérdida de cuota de mercado que puede experimentar la compañí­a, BME puede tener un año estable. Desde N+1 destacan que se espera un volumen díébil de negociación en la renta variable este año, que los riesgos regulatorios pueden aumentar y que BME es todaví­a una candidata para ser absorbido. Para Citi, BME es la única de las grandes bolsas europeas vulnerable a una caí­da de beneficios este año y su posición “es más díébil que la de sus competidores”.