Según recoge Ahorro Corporación:
"Ayer el presidente del lobby inmobiliario (el llamado "G-14"), Pedro Píérez, afirmó que "este año, con suerte, se iniciarán 200.000 viviendas", cifra signficativamente inferior al consenso (400.000 viviendas) hace unos meses, lo que da idea de la magnitud del problema. Además, añadió que lo más preocupante es que las entidades financieras han reducido drásticamente el mercado crediticio, no sólo a los promotores, sino a los compradores tambiíén.
Por último, reconoció que la vivienda de protección oficial (VPO) no será una salvación a corto plazo, ya que su planeamiento, de media, requiere al menos un año y medio.
Las declaraciones de Pedro Píérez muestran el que consideramos que es un problema adicional en el sector inmobiliario: la restricción del críédito a nivel minorista y corporativo. No sólo no se consiguen nuevas preventas, si que en muchos casos las que se consiguieron hace unos meses no se pueden escriturar por dos motivos: la denegación de subrogación por parte de la entidad financiera, y la imposibilidad de vender la vivienda anterior para poder apalancarse sobre ese nuevo capital.
Dentro de las quejas del sector inmobiliario, se ha de reconocer que las entidades financieras, en su mayoría, están intentando en la mayoría de los casos refinanciar la deuda existente a tres o cuatro años vista, y así evitar suspensiones de pagos, sobre todo si se trata de inmobiliarias de tamaño mediano y grande.
Aun con una apertura de los mercados mayoristas de críédito, vemos difícil solución a este problema crediticio, ya que no se alcanzará el nivel visto en los años anteriores, y menos si se trata de prestar a entidades con riesgo España. Como solución a corto plazo vemos inevitable una bajada en el precio de los pisos de más de un 25%, lo que permitiría que el comprador pudiera reducir su apalancamiento y mejorar su solvencia ante la entidad financiera".