Líderes políticos y económicos, incluido el FMI, volvieron a presionar este sábado a Europa para que tome medidas urgentes contra la crisis de la deuda y aísle a Grecia para evitar el contagio al resto del mundo y escapar a las sombrías previsiones.
"Nadie es inmune a la situación actual europea", advirtió en el Foro Económico Mundial, que este domingo concluye en Davos, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, por lo que "todo el mundo tiene interíés en que esta crisis se resuelva adecuadamente".
Lagarde urgió a los mandatarios europeos, que el lunes se reúnen en una nueva cumbre en Bruselas, a que erijan rápidamente un "claro y simple" cortafuegos para evitar el contagio, adapten las medidas de consolidación fiscal a la realidad de cada país y se incentiven políticas de crecimiento, porque de lo contrario la situación no hará más que empeorar.
El primer ministro japoníés, Yoshihiko Noda, tambiíén urgió a la eurozona a resolver rápidamente la crisis.
"Es efectivamente, la causa de mayor riesgo para la economía", dijo Noda en una videoconferencia desde Tokio, antes de asegurar que Japón está dispuesto a apoyar los esfuerzos "tanto como sea posible".
"El hecho de que todavía estemos hablando sobre Grecia, a principios de 2012, es una señal de que no se ha resuelto el problema", dijo el ministro de Finanzas británico, George Osborne.
"El peligro (...) es que la incapacidad para hacer frente a los problemas específicos de la periferia causa choques en toda la economía europa y en todo la economía mundial", dijo.
Conocido euroescíéptico, Osborne aseguró: "espero que esta sea la única vez en mi vida que vaya a hablar en nombre de la eurozona", lo que provocó una carcajada general.
La crisis en Europa ha ocupado buena parte de las decenas de debates en el WEF en los últimos cuatro días. Los europeos han tratado de poner una nota de optimismo a la evolución de la crisis.
Pero íésta dista de estar resuelta. Las autoridades griegas siguen negociando con sus acreedores privados para que le condonen al menos 100.000 millones de dólares de su colosal deuda y evitar al país heleno que caiga en default.
Atenas ha recibido otro revíés con las filtraciones del proyecto de Berlín de que la Comisión Europea ponga al país bajo tutela completa.
Los economistas en Davos son muy pesimistas sobre el futuro de Grecia en la zona euro y de la propia Unión Monetaria.
"Hay un 50% de probabilidades de que la eurozona se desintegre en tres o cinco años", predijo el profesor de Economía y Negocios Internacionales de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, el único que vio venir la crisis de 2008.
Roubini le da a Grecia "un año" para abandonar la eurozona, al que seguirá "quizá Portugal".
Las políticas de austeridad extrema adoptadas por los países con problemas para reducir los abismales díéficits presupuestarios van a hundir a la Eurozona en la recesión, opina.
El FMI prevíé un estancamiento de las dos principales economías de la eurozona, con un crecimiento del 0,3% en Alemania y del 0,2% en Francia. El PIB de Italia y España caerán 2,2% y 1,7%, respectivamente y el conjunto de la zona se contraerá 0,5%. Y es posible que todavía se agrave, advierte el Fondo.
En estas circunstancias, los países emergentes, en particular en Asia, aparecen como las nuevas locomotoras de la economía mundial, en particular China, que espera crecer este año 8,2% según el FMI, e India (7%). Brasil, por su parte, crecerá un 4%, más que el año último.
"Es nuestra hora, no la estropeemos", dijo Hishore Mahbubani, rector de la Universidad Nacional de Singapur, antes de prever en Davos que si la eurozona "logra salir adelante y el mundo no se hunde" íéste será un "buen año" para la región.
"Un gran cambio que está ocurriendo como resultado de la crisis financiera occidental es que los asiáticos se han dado cuenta de que para crecer tienen que depender cada vez más de sí mismos", dijo.
Una opinión compartida por el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, que aseguró que "el mundo nunca volverá a ser lo que fue" y no solo en lo que respecta a datos económicos, sino "a percepciones y actitudes".
"Lo que creo que está ocurriendo es que los mercados emergentes no están esperando al mundo desarrollado para actuar juntos porque están dando sus propios pasos, no miran como ocurrió en el pasado a Estados Unidos o a Europa para buscar soluciones", dijo.