OHL y Aena van juntas el lunes a la subasta de los aeropuertos brasileños de Brasilia, Campinas y Guarulhos (Sí£o Paulo). Los tres salen a concesión por un precio global mínimo de 5.500 millones de reales (2.400 millones de euros), al margen de las obras necesarias. Ferrovial decidió ayer presentarse y FCC descarta pujar.
Con el proceso de concesión de Barajas y El Prat en vía muerta, toda la atención del sector de las infraestructuras se ha trasladado a Brasil, donde este lunes se subastan tres aeropuertos. El objetivo del Gobierno de Dilma Rousseff es hacer caja y traspasar al sector privado un enorme esfuerzo inversor para su modernización de cara al Mundial de fútbol que se celebra en 2014.
Las tres plazas son Brasilia, Campinas y Guarulhos (Sí£o Paulo), valoradas en un total de 2.400 millones de euros, a lo que hay que sumar un plan de inversiones a cuenta de las concesionarias que asciende a 7.000 millones de euros.
Al interíés ya manifestado de OHL y Aena, que han formado consorcio, se suma el de Ferrovial, que había reservado su capacidad inversora para el concurso español reciíén abortado.
La empresa que preside Rafael del Pino decidió ayer acudir a la puja, confirmando así la noticia de que forma una alianza con el banco local de inversión BTG Pactual.
En cuanto a FCC, en Brasil es un clamor que estará en la línea de salida. Sin embargo, la compañía lo descartó ayer. De hecho, Globalvía, concesionaria en la que participa y aliada habitual en este tipo de concursos, no tiene a Brasil como destino prioritario.
Al margen de las referencias españolas, se da por descontado que habrá ofertas de la alemana Fraport, la asiática Changi o las locales Ecorodovias y CCR.
El precio de partida marcado por el Gobierno es de 3.400 millones de reales (1.492 millones de euros) para Guarulhos, donde habrá que acometer actuaciones por 4.600 millones de reales (2.017 millones de euros).
Las pujas para Brasilia se abrirán en 582 millones de reales (255 millones de euros), tras lo que el operador privado afrontará obras por 2.800 millones de reales (1.225 millones de euros).
Y el valor de partida para Campinas es de 1.500 millones de reales (658 millones de euros), a los que hay que sumar 8.700 millones de reales en reformas (3.800 millones de euros).
Estos tres activos forman parte de la red de 63 aeropuertos operados por la entidad pública Infraero. La concesión será por 30 años en Campinas (5,4 millones de pasajeros), 25 años para Brasilia (14 millones de pasajeros) y 20 años en Guarulhos (27 millones de pasajeros).
Las reglas del concurso dicen que se podrá ofertar por los tres aeropuertos, pero una vez abiertas las plicas se adjudicarán a grupos distintos. El Ejecutivo ha jugado fuerte subastando Guarulhos, que es el aeropuerto con más pasajeros del país. Brasilia es el tercero por volumen de viajeros, y Campinas tiene un papel clave en carga.
El 30% de los pasajeros y el 57% de la carga
Entre 2003 y 2011 el número de pasajeros subió un 118% en Brasil, frente a un 40% de media mundial.
Brasilia, Guarulhos y Campinas suman el 30% de los viajeros, el 57% de la carga y el 19% de los vuelos en Brasil.
Las concesionarias están obligadas a ciertas inversiones, como la construcción de una nueva terminal en cada aeropuerto en 18 meses. Si no acaban las obras antes del Mundial de 2014 serán sancionadas.
El Tribunal de Cuentas de Brasil ha aprobado la concesión ante la celebración del campeonato de fútbol y de los Juegos Olímpicos, pero advierte que el proceso es apresurado.
El Gobierno brasileño creo en marzo del año pasado una Secretaría de Aviación Civil para tutelar el programa de concesiones. Estas se anunciaron en junio.
El banco de desarrollo BNDES ha valorado cada uno de los activos.