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Ante el elevado desempleo entre los jóvenes italianos, uno de cada tres, muchos piensan en mejores perspectivas laborales, y miran a territorios para ellos muy lejanos como ífrica o Amíérica del Sur.
Una nueva generación de personas inteligentes no sólo se está dirigiendo a lugares prósperos, como Alemania o Escandinavia, sino que están yendo por todo el mundo, si con eso logran escaparse, afirma hoy un reporte de la cadena de noticias BBC Mundo.
Esa fuente conversó con varios jóvenes, entre ellos Vincenzo, quien trabaja en un centro de investigaciones en una universidad de Roma, donde asegura que casi todos se han planteado irse a otro lugar en busca de empleo.
El sistema de aquí (Italia) le está fallando a la juventud, dice el investigador quien refiere además que las oportunidades dependen en mucho de a quiíén conoces y muy poco en los conocimientos.
Vincenzo, dedicado tambiíén al activismo político de izquierda, afirmó a la BBC que Italia experimenta una suerte de malestar nacional, falta de dinamismo y poca apertura y equidad, así como un estrangulamiento del potencial cognitivo.
Ante tal situación, el primer ministro Mario Monti habla constantemente de la necesidad de crear oportunidades para los más jóvenes, hecho que, según analistas, demoraría varios años.
Al cierre de 2011, el índice de paro juvenil en Italia aumentó considerablemente situándose en 30,1 por ciento, el nivel más alto desde que se empezaron a contabilizar mensualmente tales datos en el 2004.
De modo general, el desempleo afecta al 8,6 por ciento de la población económicamente activa del país, lo cual indica que dos millones 142 mil personas buscan un puesto de trabajo en la tercera economía de la Eurozona, según el Instituto Nacional de Estadística.
En más de una oportunidad la poderosa Confederación Italiana de Trabajadores instó al Gobierno a emplear estrategias fiscales que favorezcan las ganancias de las capas media y baja de la sociedad y a la par llevar a cabo un sistema de reempleo destinado a los jóvenes.
Italia, ahora inmersa en tres proyectos anticrisis, enfrenta una deuda colosal, estimada en 120 por ciento de su Producto Interno Bruto.