Argentina instó a Brasil a trabajar juntos para impedir que las multinacionales alivien la crisis en sus matrices a expensas de "las ganancias en el Mercosur", dijo el lunes la ministra de Industria, Díébora Giorgi, tras reunirse con la secretaria de Comercio Exterior brasileña, Tatianza Prazere.
"Ambos gobiernos deben impedir que las empresas multinacionales sigan tomando decisiones de acuerdo a la renta global, buscando licuar las crisis de sus países de origen con las ganancias que obtienen en los países del Mercosur", advirtió la ministra en un comunicado.
Giorgi y Prazere se reunieron en Buenos Aires, junto a la secretaria argentina de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, para abordar las medidas de control a las importaciones puestas en marcha por el gobierno de Cristina Kirchner y cuestionadas por sus socios del Mercosur.
"Argentina no es un problema para Brasil, sino que es parte de la solución", dijo Giorgi tras calificar de "constructiva" la reunión, e instó a "seguir trabajando en conjunto para capturar el comercio intrarregional".
Prazeres había manifestado la semana pasada la preocupación del gobierno brasileño por el nuevo sistema de control de importaciones de su socio del Mercosur.
Al respecto, sostuvo que el sector empresarial brasileño cree que el 80% de lo que venden a este país podría verse afectado.
"Estamos en contacto permanente con el sector privado de Brasil y el gobierno de Argentina para que podamos entender el impacto económico de este nuevo ríégimen y la consistencia jurídica" del mismo, indicó Prazeres.
Con las nuevas medidas, los importadores deben presentar una declaración jurada con el detalle de sus compras y las autoridades se tomarán 72 horas para autorizar las operaciones, tras la fiscalización de los organismos involucrados en el comercio exterior, aunque el plazo podría extenderse a 10 días.
Argentina destacó, en tanto, la necesidad de reequilibrar la balanza comercial que en 2011 arrojó un díéficit de 4.242 millones de dólares para Buenos Aires, con un aumento de 20% del saldo negativo con respecto a 2010, según datos oficiales de Argentina.
"Hay un potencial de 31.000 millones de dólares en manufacturas de origen industrial que Brasil importa del mundo y podría hacerlo desde nuestro país, de los que un 20% podrían ser abastecido en forma inmediata", dijo Giorgi.
Además de Brasil, el principal socio comercial de Argentina, los otros dos socios del Mercosur, Paraguay y Uruguay, expresaron sus críticas a las medidas de Buenos Aires, que se suman a otras de carácter proteccionista con el propósito de acumular divisas en medio de la crisis financiera internacional.
Argentina, que enfrentó una fuga de divisas en 2011, carece de acceso al críédito internacional desde que en 2001 declaró el mayor default de la historia por unos 100.000 millones de dólares.
