La constructora Cleop ha presentado preconcurso de acreedores. La compañía dice que por retrasos en el pago de administraciones públicas se ve obligada a negociar una refinanciación de su deuda.
La constructora valenciana Cleop, Compañía Levantina de Edificación y Obras Públicas, ha presentado preconcurso de acreedores. Según ha informado esta mañana a la CNMV la compañía se ha visto obligada a negociar la refinanciación de su deuda por el retraso sufrido en el pago por parte de administraciones públicas. Cleop, presidida por Carlos Turró, está presente en los negocios de construcción, inmobiliario, gestión de residencias y retirada de vehículos. Según las últimas cuentas presentadas a la CNMV, correspondientes al tercer trimestre de 2011, Cleop contaba con una cartera de obra valorada en 79 millones de los que casi el 75% correspondía a contratos con diversas administraciones públicas. En los nueve primeros meses del pasado año el grupo registró una cifra de negocio de 31,9 millones (38,2 millones en el mismo periodo de 2010) y píérdidas de 1,6 millones. El auditor de las cuentas de Cleop, Deloitte, llama la atención en su último informe de la constructora sobre negociaciones existentes con otra empresa en la que participa de forma indirecta que podría reestructurar tanto su accionariado como sobre la valoración de sus activos. Según ha informado el diario digital Valencia Plaza, un acreedor instó el pasado 8 de febrero el concurso necesario de Cleop, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. Accionista Salazar De acuerdo a la información comunicada a la CNMV, Cleop está participada en un 14,6% por Roberto Salazar Bello, que adquirió acciones de la constructora en 2008. Roberto Salazar es hermano de Jesús Salazar, quien protagonizó hace dos años el presunto desvió irregular de más de 200 millones de euros en la antigua Sos, ahora Deoleo. Roberto Salazar fue director financiero del grupo de alimentación presidido por su hermano hasta la primavera de 2008, puesto que abandonó tras el desplome en Bolsa de Cleop que íél mismo provocó con una operación de derivados que no pudo hacer efectiva al carecer de garantías. Roberto Salazar tuvo que responder ante la Audiencia Nacional por el presunto fraude y apropiación indebida en la antigua Sos. En su declaración, llegó a reconocer que realizó transferencias desde la tesorería de la compañía hacia sociedades de su propiedad, aunque aseguró que estaban justificadas. La querella presentada por los actuales gestores de la dueña de marcas como Carbonell y Koipe sigue siendo tramitada por la Audiencia Nacional