FCC ha firmado un acuerdo con la compañía pública de gestión de agua rumana RAJA con el fin de reforzar su presencia en este sector en los países de Europa del Este, fundamentalmente en Rumanía, Bulgaria y Moldavia.
La compañía controlada por Esther Koplowitz considera que el negocio de gestión de agua en estos tres países presenta un mercado de unos 8.000 millones de euros en los próximos años, y uno de los de mayor recorrido y potencial de crecimiento.
Con esta alianza, FCC da un paso más en su estrategia de internacionalización y refuerza la presencia que ya tiene en el mercado de construcción del Este de Europa, donde precisamente acaba de lograr un contrato de obras ferroviarias en Rumanía por 246 millones de euros.
En cuanto a la división de agua, la compañía suscribe este acuerdo poco despuíés de desembarcar en Emiratos írabes, otro de sus mercados estratíégicos, con la consecución de un contrato de gestión de agua en Abu Dhabi por 76,3 millones de euros.
La alianza con la rumana RAJA, una de las primeras firmas del sector en la zona, se ha suscrito a travíés de Aqualia, filial de gestión de agua de FCC. En concreto, a travíés de Aqualia New Europe, la sociedad conjunta que constituyó con el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD).
Mercado estratíégico
Con la firma de este acuerdo, Aqualia busca aumentar su actividad de gestión de agua en Europa del Este, principalmente en Rumanía, Bulgaria y Moldavia, que suman un mercado de 32,50 millones de habitantes.
FCC considera que esta colaboración con Raja y el BERD permitirá mejorar los sistemas de abastecimiento y saneamiento de estos países, las redes de distribución de agua y alcanzar los objetivos medioambientales marcados por las directivas europeas.
Además, los dos socios contemplan participar en contratos de concesión de gestión de agua, a travíés de inversiones directas en infraestructuras o mediante participaciones en compañías gestoras de estos servicios.
Aqualia ya trabaja en Europa central y del Este. En esta zona, estratíégica para su internacionalización, además de su filial SmVak, que distribuye agua potable a más de 1,2 millones de personas en la República Checa y Polonia, opera en Rumanía y Montenegro, países con los que colabora para que alcancen las exigencias en depuración de agua que emanan de la Directiva Marco Europea.