El rápido ajuste de la vivienda sorprende a los economistas
Por Cristina de la Sota para Cinco días
Las previsiones de PIB para España se vuelven a revisar a la baja por la caída del gasto privado y un ajuste del sector inmobiliario más rápido y abrupto de lo esperado por los expertos
Nadie esperaba un ajuste tan severo de la economía española. Todos los indicadores, especialmente los relacionados con el empleo y el consumo, apuntan a una brusca caída del crecimiento. 'Las causas están en la píérdida de dinamismo del gasto privado y en el abrupto ajuste que está sufriendo el sector inmobiliario, mucho más rápido e intenso de lo previsto', explica la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). Una situación que ha llevado al Gobierno a modificar sus previsiones de paro, inflación y crecimiento del PIB. El cuadro macroeconómico actual ya no sirve y en julio llegará la revisión formal.
'El ajuste de expectativas que se ha producido desde septiembre es de lo más severo que se ha visto. En el tercer trimestre de 2007 se crecía al 1% y se espera que durante el trimestre actual no se crezca. Hasta las previsiones más pesimistas se han quedado cortas. El ajuste puede continuar porque muchos elementos son resultado de un shock externo como el encarecimiento de las materias primas o la crisis subprime', explica Juan Luis García Alejo, director de análisis y gestión de Inversis Banco.
Los expertos tienen claro que el periodo de ajuste va a ser duro y prevíén que se prolongue a lo largo de 2009. Las previsiones de consenso hablan de un crecimiento del 1,7% en 2009 y del 2,2% este año pero ya hay quienes pronostican recesión en 2009.
La crisis financiera desatada en EE UU hace un año no hecho más que emperar una situación que ya se preveía delicada por el enorme peso del sector inmobiliario en el PIB. Los bancos españoles evitaron la exposición a activos subprime pero se han visto afectados por la desconfianza que domina en el sistema con el consiguiente impacto en la economía. Los bancos siguen sin prestarse dinero entre sí con normalidad, una situación que ha reducido de manera drástica la liquidez disponsible, hasta el punto de que tanto consumidores, como promotoras o pymes han visto restringido el acceso a la financiación.
'Una cosa es que se vendan menos pisos y otra muy distinta es que las empresas no tengan acceso a la financiación', añade García Alejo. Obstáculos que frenan el crecimiento y agravan la situación económica en un entorno de tipos de interíés al alza. Y es que las tensiones inflacionistas derivadas del incremento de los precios de la energía y los alimentos llevaron al BCE a sugerir tras su reunión de mayo que subirá los tipos. Se prevíé un alza de un cuarto de punto el 3 de julio hasta el 4,25%. El mercado ya ha recogido esta expectativa y el euríbor a 12 meses, el tipo de interíés al que se conceden la mayoría de las hipotecas en España, ha pasado del 5% al 5,38% en el último mes, un nivel alto que tambiíén refleja las tensiones que se viven en el mercado de críédito.
Un panorama complicado que ha llevado al Gobierno a actualizar las principales variables económicas. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, reconoció esta semana que la inflación rondará el 4% a finales de año, un punto por encima de su última previsión (la estimación de junio es del 5,1%). En cuanto al crecimiento, augura que este año el alza del PIB será menor del 2%, igual que en 2009, cuando la última previsión oficial era del 2,3% para 2008 y 2009.
Por su parte, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha reconocido que la tasa de desempleo alcanzará el 11% en 2009, en lugar del 10% previsto inicialmente. Un ajuste que está siendo especialmente duro en la construcción, pero que tambiíén refleja un menor ritmo de creación de empleo en los servicios, según comenta Funcas.
Solbes ha insistido en que la recuperación de la economía comenzará en la segunda mitad de 2009, algo que no acaba de convencer a todos los expertos. 'Las perspectivas de recuperación no son más que perspectivas. Creo que este año se crecerá el 0,5%. La vivienda es la clave a seguir. Será la que primero se recuperará. El esfuerzo de los hogares será máximo en 2009 y 2010', explica Carlos Maraval, de AFI.
A la espera de ver cómo se desenvuelve la macroeconomía, las peores perspectivas se han traducido en un importante descenso del superávit fiscal para este año que reduce el margen de maniobra del Gobierno. En los primeros cinco meses del año, antes incluso de la devolución fiscal de los 400 euros, los números negros se quedan en menos de 3.000 millones de euros, frente a los 14.000 del mismo periodo de 2007, como consecuencia de una caída de los ingresos próxima al 9% y de un aumento del gasto del 10%.
El Gobierno ha prometido tomar medidas y acaba de presentar un decálogo de reformas para afrontar la crisis que aprobará previsiblemente en julio. El gobernador del Banco de España, Miguel íngel Fernández Ordoñez reconoció que 'van en la buena dirección', pero pide tambiíén medidas para atajar la inflación, reformas en las pensiones o medidas sobre el mercado del alquiler.
REFORMAS
Claves de las promesas del gobierno
Ampliación de hasta 35.000 millones en 2009 y 2010 de las líneas del ICO destinadas a la financiación de PYMES y VPO.
Plan Renove para rehabilitar viviendas.
Liberalización en el sector de transporte, la energía, los transportes y las telecomunicaciones.
Privatización parcial de AENA y separación de la actividad de mercancías de Renfe.
Reducción en un 70% la oferta pública de empleo.
Fomento de la competencia en los puertos.
Una ley de eficiencia energíética.
Un peso demasiado elevado en el PIB
El estallido de las turbulencias financieras el pasado verano ha convertido el esperado aterrizaje suave del sector inmobiliario español en un cambio de ciclo severo por la caída de la demanda.
El descenso de la actividad ha venido acompañado de una caída de los precios, que crecen a un ritmo del 3,8% despuíés de haber mantenido crecimientos de dos dígitos durante los últimos años. En 2003 la subida alcanzó el máximo del 18,5%.
El crecimiento exponencial de los últimos años ha propiciado un aumento muy importante del peso de la construcción en el PIB, tanto que ha pasado a representar el 18% frente al 13,3% del año 2000.
'Los excesos en el sector residencial son altos y las empresas españolas tardarán un tiempo en encontrar nuevos usos para el capital y empleo excedentarios', explica Josíé Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. Una situación que se complica por la restricción del críédito que se está viviendo a nivel mundial y por el incremento de los precios de la energía.
Algunos expertos advierten que lo peor en el sector inmobiliario aún está por llegar. En el primer cuatrimestre las viviendas iniciadas cayeron un 56,3% frente a 2007 y las ventas un 25,2%. Las previsiones más pesimistas apuntan a caídas de precios del 30% en los próximos cuatro años, con una especial incidencia en las zonas costeras del sur.