El grupo de Richard Branson presenta una queja formal a la Comisión Europea contra la operación porque da paso a una posición de dominio en Heathrow.
Virgin Atlantic no se da por vencida y cumple su amenaza de abrir una batalla legal contra la adquisición por parte de IAG -el holding que agrupa a Iberia y British Airways- de la aerolínea británica BMI, antigua filial de la germana Lufthansa. La aerolínea del multimillonario Richard Branson ha presentado una queja formal ante la Comisión Europea para que bloquee una operación que, a su juicio, acaba con la competencia en varias rutas europeas.
IAG cerró el pasado diciembre el acuerdo con Lufthansa para hacerse con el control de su filial británica por 172 millones de libras (unos 207 millones de euros). El holding de Iberia-British le ganaba así la partida a Virgin, que tambiíén llegó a presentar una oferta de compra por BMI.
El interíés de ambos grupos por tomar los mandos de BMI, una compañía a lo sumo mediana y en números rojos, se debe exclusivamente a los 'slots' (derechos de aterrizaje y despegue) que tenía en Londres-Heathrow, el aeropuerto internacional más saturado y principal hub en las rutas entre Estados Unidos y Europa. La absorción de BMI consolida el liderazgo de IAG en el aeropuerto londinense, en el que tras la operación controlará el 53% de sus 'slots' (el 44% que ya tenía IAG y el 9% de BMI).
Problemas de competencia
Virgin, competidor directo de British Airways en las rutas entre EEUU y Londres, fundamenta sus quejas contra la operación en esa posición de dominio que ofrece la unión de ambas compañías. La aerolínea del 'imperio Branson' protesta porque la absorción de BMI por parte de IAG afecta a la competencia en algunas rutas y advierte de que perjudicará a los usuarios porque derivará en un aumento de los precios. En el escrito presentado ante la Comisión Europea, Virgin alerta de que la operación deja tres rutas domíésticas de Reino Unido con un único operador: las conexiones de Heathrow con Manchester, Edimburgo y Aberdeen serían operadas únicamente por British Airways.
La Comisión Europea ya está estudiando la documentación presentada por IAG la pasada semana sobre el acuerdo de compra. Inicialmente, el departamento de Competencia emitiría un dictamen sobre la operación a mediados de marzo. "Es vital que las autoridades de competencia británicas y europeas realicen el examen más completo posible y se aseguren de parar el acuerdo", reclama Richard Branson en un comunicado.
Visiones encontradas
"Cuando British Airwyas se quedó como única aerolínea en la ruta Glasgow-Heathrow en 2011, los precios de los billetes se dispararon un 34% en seis meses", apunta Branson. "Esta operación deja al holding de BA más de la mitad de los derechos de aterrizaje y despege en el mayor hub internacional del mercado británico. Un aeropuerto que ya ve cómo sus planes de crecimiento están forzosamente congelados", alerta Branson, en referencia a la negativa de las autoridades británicas a permitir la ampliación de Heathrow.
La visión del holding que agrupa a Iberia y British Airways es radicalmente distinta. "La operación de compra de BMI está siendo revisada por las autoridades y estamos seguros de que la aprobarán", ha apuntado IAG en un comunicado. "BMI es una compañía con fuertes píérdidas. La compra por parte de IAG ofrece la mejor solución a los consumidores británicos y para la economía de Reino Unido, garantizando más puestos de trabajo que si la opción fuera la quiebra de la aerolínea y la venta de sus 'slots' de Heathrow". IAG defiende su nueva posición en Heathrow subrayando que la alemana Luthansa y la gala Air France tambiíén controlan más de la mitad de los 'slots' de sus 'hubs' de Fráncfort y París