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Autor Tema: ¿Por quíé EE.UU. gasta tanto para proteger a sus prósperos aliados?...  (Leído 221 veces)

OCIN

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Por...   Christopher Preble
 

 
Desde hace ya algún tiempo, halcones republicanos como el senador John McCain y el congresista Howard P. "Buck" McKeon vienen diciendo que el presupuesto militar de EE.UU. es inadecuado con respecto a las amenazas que enfrenta el paí­s. Se quejan de que, en su opinión, el presidente Barack Obama está orquestando el declive del poder estadounidense.
 
Algo de esto es retórica partidista. Los republicanos critican a los demócratas tal como los demócratas criticaron al presidente George W. Bush. Los halcones, sin embargo, tienen una devoción especial por el presupuesto militar. Desde su perspectiva, el gasto militar es bueno; entre más, mejor. Pero si el gasto excesivo en las fuerzas armadas y promover a EE.UU. como un policí­a mundial son puntos de aprobación, no deberí­an tener mucho de quíé quejarse sobre el actual presidente.
 
Contrario a su usual discurso de cambio, el presidente sonó como un neoconservador cuando declaró durante su reciente discurso del Estado de la Unión que EE.UU. era, y seguirí­a siíéndolo, la "nación indispensable" del mundo. La propuesta de Obama para el presupuesto del Pentágono, presentada la semana pasada, reafirma su intención de mantener las misiones actuales de EE.UU., incluso si no son esenciales para resguardar intereses de seguridad vitales para el paí­s.
 
Mientras tanto, el último documento de estrategia del Pentágono fue cuidadosamente diseñado para convencer a aliados y adversarios por igual de que EE.UU. puede mantenerse en múltiples conflictos armados en los rincones más alejados del planeta. En conjunto, el documento de estrategia de Obama, el presupuesto y el Estado de la Unión articulan una filosofí­a coherente de gasto militar y compromiso mundial que podrí­a ser agradable para los neoconservadores del Partido Republicano.
 
Pero poniendo de lado la polí­tica partidista, lo que los lí­deres de polí­tica exterior han ignorado es un argumento que podrí­a tener un fuerte impacto en tiempos de inseguridad económica: EE.UU. dispone de impuestos que podrí­an invertirse de una mejor forma que en la defensa de aliados ricos que son más que capaces de protegerse a sí­ mismos.
 
La administración Obama planea retirar algunas tropas estadounidenses de Europa, pero es probable que hasta 70.000 tropas se mantengan posicionadas en el Viejo Continente. Mientras tanto, el número de tropas en Asia aumentará. Estas tropas sirven para reafirmarles a los aliados el compromiso de defenderlos. Lo cual cumple su objetivo: Los demás paí­ses no invierten lo suficiente en satisfacer sus necesidades de defensa.
 
El resultado final es que los estadounidenses pagan más. El presupuesto militar de la administración Obama le costará a cada estadounidense aproximadamente $2.000 el próximo año. La cifra se eleva por cientos de dólares cuando se toma en cuenta la seguridad domíéstica, los pagos a los veteranos y los miles de millones de dólares almacenados en el Departamento de Energí­a para el inflado arsenal nuclear del paí­s. En total, cada estadounidense tendrá que desembolsar probablemente más de $2.700 en gastos clasificados como defensa nacional. Eso es al menos dos veces y medio de lo que gastan los británicos, cinco veces más de lo que gastan los alemanes, y seis veces más de lo que gastan los japoneses.
 
Es difí­cil ver cómo esto es una buena noticia para los estadounidenses que luchan por ganarse la vida. La magnanimidad de Obama es irónica dado su íénfasis en la "justicia" y "sacrificio compartido". Su discurso aparentemente no aplica a las personas viviendo fuera de EE.UU. Las tropas estadounidenses continuarán con la tarea de vigilar el mundo y los contribuyentes estadounidenses serán los que asuman el gasto.
 
La administración Obama ha propuesto frenar el aumento en el gasto militar. Sin embargo, el gasto militar de EE.UU. se mantendrá muy por encima de los niveles previos al 11 de septiembre del 2001. Obama está solicitando $525.000 millones para el presupuesto base del Pentágono en el 2013, más unos $88.400 millones para pagar por la guerra en Afganistán. En perspectiva, eso es más que el promedio anual durante la administración de Reagan (alrededor de $526.000 millones en dólares actuales). Raramente se escucha a los halcones republicanos hablar de Reagan como una paloma descarriada quiíén dejó al paí­s vulnerable a los ataques de enemigos.
 
Sin embargo, si nos concentramos únicamente en las cifras del presupuesto, se pierde el panorama completo. En cambio, debemos concentrarnos en quíé se gastará y por quíé. La respuesta es sencilla: el presupuesto militar estadounidense es alto por estándares históricos, porque Washington no está dispuesto a reconsiderar la premisa de que EE.UU. es responsable por todo lo que sucede en el mundo, incluso cuando las situaciones no tienen relación con la seguridad estadounidense o su prosperidad.
 
La crisis fiscal de EE.UU. ha creado una oportunidad para que el paí­s se replantee sus compromisos en el extranjero. Se deberí­a enfocar su poder en los intereses fundamentales y hacer un llamado a que los demás paí­ses asuman la responsabilidad de su propia defensa.
 
Intuitivamente, esa maniobra podrí­a satisfacer tanto los reclamos socialdemócratas para que "todos paguen su parte justa" y las demandas conservadoras de que el gobierno "viva dentro de sus posibilidades". Pero, dado el discurso que hemos escuchado hasta el momento, no es seguro que este ciclo electoral produzca un lí­der que contemple seriamente la manera más prudente de contribuir a la defensa nacional


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...