Los bancos caminan a dos velocidades muy distintas en bolsa. Los dos grandes, Santander y BBVA, con el flanco de la solvencia bien cubierto y un plan bien tramado para cumplir con las provisiones de hasta 52.000 millones de euros que el Gobierno ha impuesto para tapar sus miserias inmobiliarias, han recuperado en sólo dos sesiones días la píérdida provocada el levantamiento de la prohibición de vender acciones financieras a corto.
Como ya ocurrió la semana pasada con los bancos franceses –en el país vecino el veto desapareció el lunes día 13- Sociíétíé Gíéníérale (SG) y BNP Paribas, la reacción ha sido casi inmediata. La mejor parte es para Santander, que ayer subió un 2,37% hasta los 6,57 euros. Un 1,86% por encima del precio al que cerró el pasado jueves, en pleno ataque a las cotizaciones del sector bancario español.
“El mercado está discriminando. Salva a los bancos más grandes y líquidos y castiga a aquellos cuyas cuentas de resultados van a sufrir más por la política de provisiones y que van a necesitar más capital para salir adelante. Es el caso de Bankia, Sabadell o Popular. La vuelta de las posiciones cortas no hace sino aclarar aún más el escenario, porque hay más liquidezâ€, aseguran en la mesa de un bróker español.
A BBVA le ha costado un poco más que a Santander pero tambiíén ha recuperado los niveles perdidos. El banco que preside Francisco González –el único que ha concretado el impacto de las provisiones del ladrillo en su cuenta de resultados de 2012: 1.360 millones de euros- ha vuelto por encima de la cota de los 7 euros superando por la mínima -7,10 frente a 7,09 euros- el registro anterior al levantamiento del veto.
¿Y el futuro más inmediato? Si siguen la estela de sus competidores franceses como han hecho en estos primeros tres días, la subida puede continuar, aunque el recorrido será corto. Desde que se levantó la prohibición de cortos en Francia hace una semana, SG y BNP Paribas suben alrededor de un 4%
El resto no está muy lejos de los dos grandes. En un estadio intermedio se sitúa Bankinter, que aún acumula una píérdida del 1,35% desde el pasado jueves. El banco menos afectado con diferencia por el agujero inmobiliario es el único de los medianos que sube desde que empezó el año y el que más gana en los doce últimos meses.
Sabadell, Popular y Bankia
Los tres bancos que tienen por delante ampliaciones de capital o que más beneficios pueden sacrificar para cumplir las necesidades impuestas por el Gobierno se llevan la peor parte. Aunque ayer subieron tímidamente tras varias sesiones en rojo, Bankia, Sabadell y Popular acumulan caídas del 6,90%, 5,79% y 5,76% respectivamente en las tres últimas sesiones.
Los tres bancos son los que están en el punto de mira de los vendedores de acciones a corto. Popular, con más de 12% del capital prestado, es el líder destacado de la clasificación, en la que Sabadell comparte el segundo lugar con BBVA, con cerca del 11,5% de sus acciones en manos de ‘cortos’. El caso de Bankia es distinto. Salió a bolsa en julio del año pasado y menos de un mes despuíés se suspendieron las ventas a corto.
Pero en apenas una semana el número de acciones prestadas ha crecido en más de 14 millones, más del 1% del capital. Una cifra que gana importancia por el escaso 'free float' del valor. Tambiíén crecen con fuerza –un 31% en tres días- los títulos prestados en Caixabank, que como el grupo que preside Rodrigo Rato apenas cuentan con hedge funds en el capital