INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: Banesto y Bankia, las entidades que más cortaron el grifo a familias y empresas  (Leído 171 veces)

Eguzki

  • Socio Foxinver
  • Excelente participación
  • ***
  • Mensajes: 26.157
  • Karma: +0/-1
La financiación bancaria que recibieron los hogares y las empresas españolas disminuyó en 46.600 millones el año pasado. La de las administraciones públicas aumentó en más de 5.000 millones.

Cada vez hay más pequeñas y medianas empresas que tienen que echar el cierre por no conseguir financiación bancaria, o familias que renuncian a comprar una vivienda ante la negativa de los bancos para concederles una hipoteca. En 2011 la sequí­a del críédito no ha hecho sino aumentar en España, como demuestran los datos que las principales entidades financieras han hecho públicos en ocasión de la presentación de sus resultados anuales.

Banesto y Bankia han sido los dos bancos que más restringieron el críédito a sus clientes particulares en España: un 9,2% y un 9%, respectivamente. En el caso de la filial de Santander, este recorte significa que el saldo crediticio con sus clientes ha caí­do en 6.279 millones. El recorte afecta todas las partidas: hipotecas, -8,9%; cartera comercial, -4,7% y otros críéditos, -10%.

Banesto, además, tambiíén ha recortado el críédito a las administraciones públicas, un 6,9%, en contraste con la tendencia generalizada en el sector que ha sido la de incrementar los críéditos al Estado, las Autonomí­as y sus organismos. Las principales entidades, de hecho, han aumentado la financiación al sector público un 9,3% a lo largo del año pasado, aunque la tendencia ha ido de más a menos a lo largo del ejercicio.

En el caso de Bankia, la disminución de la financiación al sector privado, 15.628 millones, contrasta con la subida del críédito al sector público, que ha crecido 443 millones, o un 7%. El banco cotizado, propiedad de Caja Madrid y Bancaja, ha cerrado el grifo en hipotecas (-7,5%); críédito comercial (-7,3%) y especialmente en financiación al consumo (-16%).

Santander y BBVA tampoco han contribuido a aligerar la sequí­a. A pesar de que su inversión crediticia total aumenta, por la pujanza del negocio en los paí­ses emergentes, el críédito al sector privado español se contrae en lí­nea con lo que ocurre en el resto del sector: un 6,9% para Santander (que incluye Banesto) y un 4,6% para BBVA.

Para el banco que preside Emilio Botí­n, el recorte más acentuado se situó en la cartera comercial, con un descenso del 13%; seguido por las hipotecas (-7,5%) y otros críéditos (-5%). En cambio, la financiación al sector público se mantuvo prácticamente sin variaciones.

Tambiíén en el caso de BBVA la caí­da del críédito a particulares afectó a todas las rúbricas. Pero el banco que preside Francisco González aumentó los príéstamos al sector público, un 7,8%, hasta 25.509 millones.

El único banco que cerró 2011 sin recortar los príéstamos a las familias y empresas españolas fue Bankinter. Su saldo se mantuvo prácticamente estable, en unos 40.300 millones. La caí­da de Sabadell fue del 0,4%, pero los datos del banco catalán no son comparables, ya que en sus cuentas trimestrales no desglosa la financiación al sector privado con la del sector público.

2012: otro año difí­cil
La mayorí­a de los banqueros y los expertos coincide en que este año seguirá siendo particularmente difí­cil desde el punto de vista del críédito. La economí­a en recesión y el elevado paro son factores que influyen en la baja demanda solvente de financiación.

A su vez, hay una parte del sistema financiero que sigue sin estar en condiciones de prestar, debido a la necesidad de reducir al máximo los activos de riesgo en balance para mantener sus ratio de solvencia en los mí­nimos requeridos.

El Gobierno asegura que la reforma financiera que ha puesto en marcha a principios de febrero, obligando a la banca a acelerar el saneamiento de sus activos inmobiliarios, servirá para reactivar el críédito. Los resultados, sin embargo, no se verán tan a corto plazo, según avisan en el sector. Incluso, las nuevas cargas a las que tienen que enfrentarse las entidades pueden suponer, en un primer tiempo, un ulterior obstáculo para que el grifo vuelva a abrirse.