El Ibex treinta y tantos sufre una sana caída
por Josíé A. Fernández Hódar en Expansión
Puede sorprender el titular, pero ha ocurrido que el principal índice bursátil de la bolsa española comenzó el año con la entrada de Dia, sin que nadie le dejase una silla libre.
De ser el Ibex 35, se convirtió, como poco hasta junio, en el Ibex 36. Sostiene el Comitíé Asesor Tíécnico, que la prohibición de posiciones cortas distorsionaba los resultados. Seguro que es así, pero dicen las lenguas bífidas y viperinas, que las hay, que de los tres candidatos a dejar una silla libre: BME, Bankinter y Sacyr Vallehermoso, la propia bolsa, o sea, BME, tenía todas las papeletas. Y si el Comitíé Tíécnico no quería sacar del Ibex a Bolsas y Mercados, que hubiese aplicado la máxima de San Ignacio: “en tiempos de tribulación no hacer mudanzaâ€.
Vamos a hablar de la bolsa y hay que comenzar por lo que vengo respondiendo desde septiembre cuando me preguntan que cómo la veo. La respuesta es: Bien, gracias. Muchos inversores, y más de un analista, no compartirán esta opinión y es bueno que así sea. Acciones hay las que hay, y para que unos compren es necesario que otros vendan. Los números cantan.
El 13 de septiembre pasado el Ibex tocaba los 7.505 puntos. El 28 de octubre, hacía máximos en 9.351 puntos. Entre ambos, una plusvalía del 24,5%. El personal debió preguntarse ¿adónde va este loco? La directriz bajista por encima. Grecia hecha unos zorros. Las agencias de calificación dando la vara y los datos macro anunciando una recesión. Al primer síntoma de agotamiento, recogida de la cosecha y poco faltó para perder todo lo ganado.
El siguiente tramo se inicia a finales de noviembre pasado desde los 8.000 puntos; dos meses más tarde, el 9 de febrero marca un máximo en 9.867. Entre ambos cambios, un 12% de subida.
En el año en curso, entre el 9 de enero y el 9 de febrero, el Ibex ganó un 8,7% y se aproximó a la resistencia situada en 9.000 puntos. En este periodo hemos visto a Santander subir el 23,8% y un 22,3% BBVA. El ritmo y la verticalidad con la que algunos valores se movían al alza, pedía a gritos una corrección, que si no pasa nada distinto de lo conocido, no será profunda.
Si quiere meterse en charcos, ahí tiene Fergo Aisa, Fersa, Metrovacesa, Montebalito y alguna del Ibex, como es Sacyr Vallehermoso, en mínimos históricos y caída libre ante la ausencia de soportes por debajo del nivel actual. Sacyr se salvará; de los otros, tengo serias dudas. Pero para entrar en Sacyr, mejor hacerlo cuando haya definido un fondo fiable.
Si le tiene cierto afecto, ya no digo cariño, a su dinero, dedique un rato a observar los gráficos de los 36 del Ibex que se analizan en esta página y las dos siguientes. Vea cómo están evolucionando; luego, lea nuestro comentario. Si su opinión coincide con la nuestra, adelante. En caso contrario, haga lo que le dicte su olfato, aplicando la máxima: equivocarme solo, ya síé yo.
Aunque la bolsa se estíé anticipando, en España vivimos un periodo muy difícil y crítico para el futuro de nuestros hijos. El Gobierno de Rajoy nos está pidiendo ya, y no ha hecho más que comenzar, un duro sacrificio. ¡Vale! Pero, o jugamos todos, o rompemos la baraja. Cuando el PP entregó las riendas del país al PSOE, la subvención a los sindicatos era de 13,59 millones de euros (BOE 19/02/2004). El PSOE la duplicó, llegando a 29,03 millones de euros (BOE 04/08/2010).
Los sindicatos mantuvieron la boquita cerrada y poco les importó el número de desempleados. Ahora, sin haberles recortado las subvenciones en un sólo euro ya están convocando manifestaciones. Lo que toca, es rebajarlas a la mitad y, por lo menos, que protesten con motivo.