Un informe que ha sido presentado este martes en Bruselas demuestra que la política de la Unión Europea sobre agrocombustibles continúa amenazando la seguridad alimentaria y profundizando el acaparamiento de tierras en ífrica, por lo que se requiere un urgente cambio de política por parte de la Unión.
El reporte se denomina “Injusticia de Biocarburantes: la responsabilidad europea de contrarrestar el cambio climático sin acrecentar el acaparamiento de tierras ni agravando la inseguridad alimentaria en ífricaâ€.
El mismo ha sido elaborado por la plataforma EuropAfrica y por la organización de derechos humanos FIAN Internacional. Y se ha emitido en momentos en que la Unión Europea revisa su política de agrocombustibles para 2012, tomando en consideración sus graves impactos ambientales y sociales.
La plataforma EuropAfrica es una campaña conjunta entre organizaciones de campesinos africanos y organizaciones no gubernamentales europeas en función de los principios de la Soberanía Alimentaria. Su coordinadora, Nora McKeon sostiene que “la importación de agrocombustibles industriales como parte de la energía renovable en Europa está exacerbando el acaparamiento de tierras en ífrica y por tanto violando el derecho a la alimentaciónâ€.
Para McKeon, los líderes europeos deben tener en cuenta que sus políticas agrícolas y energíéticas generan impactos globales, a menudo afectando negativamente las poblaciones más vulnerables en los países pobres. Los tomadores de decisión no pueden ignorar la evidencia: es tiempo de repensar totalmente la política de agrocombustiblesâ€.
La investigación muestra que dos tercios de las tierras consideradas como acaparamiento (unos 18 millones de hectáreas) han sido adquiridas con la finalidad de producir agrocombustibles. Asimismo, las principales compañías involucradas en este proceso son de origen europeo, que tienden a acrecentarse según la investigación. La UE es en efecto fuertemente dependiente de la importación de agrocombustibles o materias primas para su elaboración lo cual alienta la inversión de compañías europeas en tierras o proyectos de agricultura industrial en ífrica y Amíérica Latina.
Ya en 2008, la UE importó casi el 40 por ciento de los agrocombustibles o materias primas para su elaboración.
Roman Herre, de FIAN sección Bíélgica criticó la política europea en agrocombustibles al acrecentar una clara orientación industrialista y exportadora en la agricultura de los países que, sin embargo, no gozan de seguridad alimentaria garantizada.
“La política de la UE no provee ninguna clase de prevención del acaparamiento de tierras en países seriamente afectados por el hambre, que deberían ser descartados como productores de agrocombustibles con destino a la UE y sus países miembrosâ€, declaró Herre en momentos en que se hacía público este informe.
Esto significa una violación de los compromisos de la UE sobre Derechos Humanos al no establecer límites claros a sus inversiones vinculadas a la agricultura, agrega. El análisis muestra que la UE viola su propio principio de Coherencia Política para el Desarrollo.
Marius Dia, del Consejo Nacional de Concertación y Cooperación Rural de Senegal (uno de los países analizados en el informe), señala: “queremos cultivar alimentos para la población africana, no para alimentar carros en Europa. El salto hacia granos para agrocombustibles en Senegal ha sido un fracaso. La productividad ha caído agudamente desde que se inició el cultivo de jatrofa y muchos agricultores y campesinos se han sentido estafados†dijo el dirigente senagalíés quien exhortó a la UE a modificar sus políticas de energía renovable a travíés de agrocombustibles y en cambio asegurar que el derecho a la alimentación no sea violado a travíés de las mismas.
El Informe puede ser consultado en
www.fian.org