La cartera de obras se dispara hasta los 66.150 millones, con un crecimiento del 338% en proyectos internacionales.
Mucha más facturación, ebitda y ebit, y una cartera de obra colosal. Pero las cuentas de ACS presentadas ayer, y que serán diseccionadas hoy por Florentino Píérez ante los analistas, tambiíén reflejan la tarea pendiente de exprimir las posibilidades de Hochtief, que cierra con píérdidas por 160 millones. Al cierre del primer ejercicio en que se contabiliza la integración global de la germana (desde el 1 de junio), las ventas de ACS se han alzado a 28.470 millones (un 99% más), de los que 14.882 millones vienen de los siete meses de aportación de Hochtief; el ebitda es de 2.318 millones (62% al alza), y el beneficio ordinario avanza desde los 875 millones a 951 millones (8,8% más). Teniendo en cuenta extraordinarios, el beneficio atribuible es de 962 millones, lo que representa un retroceso del 27% respecto a los 1.313 millones de 2010, cuando se contabilizó la desinversión del 15,5% de Abertis.
En 2011 se han sumado plusvalías por 224 millones con la venta de autopistas, activos de energías renovables, líneas de transmisión y hospitales, pero tambiíén se han dado provisiones por 76 millones como respuesta a los resultados negativos de Hochtief en el primer trimestre y se ha realizado un ajuste para neutralizar el beneficio neto que aporta Iberdrola (126 millones en 2011).
La cartera del grupo asciende a 66.152 millones, cifra de la que el 81% se ha generado fuera de España. La reserva de contratos internacionales ha crecido un 338%.
