Por... Carlos Morales
Pekín amplió sus normas para permitir que todas las empresas del país facturen o paguen sus transacciones internacionales con la moneda china.
China dio un nuevo paso el viernes para internacionalizar el yuan, al ampliar sus normas para permitir que todas las empresas del país facturen o paguen sus transacciones internacionales con la moneda china.
El anuncio del banco central sobre la ampliación de las reglas a nivel nacional pone de relieve el íéxito de un plan piloto que se extendió por dos años y medio para globalizar el uso del yuan.
China espera que algún día el yuan opere codo a codo con el dólar y el euro como una moneda importante para el comercio global.
La moneda todavía está muy controlada por Pekín, pero los líderes chinos afirman estar preparados para relajar gradualmente su control a medida que liberan la cuenta de capitales y crecen sus mercados financieros. La meta es que el yuan sea convertible para el 2015.
China ha permitido una revaluación del 30% del yuan contra el dólar desde el 2005 y dice que está comprometido con una reforma gradual de su tipo de cambio, pero enfrenta presión externa, sobre todo de Estados Unidos, para autorizar una apreciación más rápida de su moneda.
"Las empresas que pueden liquidar sus operaciones en yuanes ya no están restringidas a aquellas seleccionadas por el programa piloto", dijo en un comunicado el Banco Popular de China.
"Todos los exportadores e importadores registrados pueden ahora cancelar sus operaciones en yuanes", explicó el banco.
Para promover el uso del yuan a nivel internacional, China ha permitido que 365 compañías efectúen sus operaciones en la moneda, bajo un programa piloto lanzado en julio del 2009. El plan fue ampliado en el 2010 para incluir a 20 provincias y a 60,000 compañías.
El íéxito de este plan piloto llevó a Pekín a ampliarlo a nivel nacional en agosto del año pasado, aunque los exportadores y los importadores todavía debían pedir aprobación a Pekín para realizar cualquier operación en yuanes.
El comercio total nominado en yuanes se multiplicó por 4 hasta alcanzar los 2.08 billones de yuanes (330,000 millones de dólares) a fines del 2011 respecto del 2010, según cifras del banco central. La cifra representa en torno a un 9% del total de las importaciones y exportaciones del 2011.
Los importadores, más que los exportadores, establecen su comercio en yuanes, debido a las expectativas de un alza de la moneda. Eso deja a Pekín con un flujo incesante de dólares hacia el país que puede agitar las presiones inflacionarias.