Una posible quiebra desordenada de Grecia llevaría probablemente a España e Italia a solicitar ayuda exterior para frenar los riesgos de contagio y causaría daños por importe de más de un billón de euros al conjunto de la zona euro, según afirma el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por sus sigla en inglíés).
Esto supondría una ayuda adicional de 350.000 millones de euros para ambos países, según el informe. La cifra es inferior a los 380.000 millones de euros que precisarían Irlanda y Portugal, cuyo peso en la zona del euro es considerablemente menor que el de España e Italia.
"Existen algunas ramificaciones muy importantes y dañinas a raíz de una quiebra desordenada de Grecia", apunta la patronal bancaria global en un documento de ámbito interno fechado el pasado 18 de febrero, donde advierte de que " aunque es difícil expresar con precisión estas obligaciones, es difícil imaginar cómo no superarían el billón de euros".
Grecia y sus acreedores privados deberán alcanzar un acuerdo sobre la quita de la deuda del país heleno pactada con la UE antes del próximo jueves (Atenas ha desmentido los rumores sobre que la fecha límite se podría retrasar una semana hasta el miíércoles 14) para que la banca y gestores de fondos se adhieran voluntariamente a la oferta de reestructuración presentada por Atenas.
De acuerdo con fuentes que cita Dow Jones, la participación en el canje podría alcanzar el 75-80%. Por ahora, las doce entidades miembros del IFF que han suscrito la propuesta hasta ahora son Allianz, Alpha Bank, AXA, BNP Paribas, CNP Assurances, Commerzbank, Deutsche Bank, Eurobank, Greylock Capital Management, ING, Intesa Sanpaolo, y National Bank of Greece.
En caso de no llegar a un acuerdo con el sector privado, el 'default' griego podría llegar a suponer píérdidas sustanciales para el Banco Central Europeo (BCE), que actualmente es el principal acreedor del país heleno con una exposición estimada a la deuda griega de 177.000 millones.
De acuerdo con esta información, las recapitalizaciones bancarias serían de unos 160.000 millones y las píérdidas directas en el sector equivaldrían a 73.0000 millones.
¿En quíé consiste el canje?
Si aceptan el canje los inversores privados participarían en el segundo rescate del país heleno soportando una quita del 53,5%. Es decir, por cada 100 euros de los antiguos bonos, los inversores recibirán 31,5 euros en nuevos títulos griegos y 15 euros en títulos del EFSF con un vencimiento de dos años. Esto reduciría la deuda helena en unos 100.000 millones de euros.
Algunos bancos estiman la píérdida actual en un 73% si se calcula en tíérminos de valor neto.