El Banco Central de Brasil redujo el miíércoles en 0,75 puntos porcentuales la tasa de interíés de referencia, a 9,75% al año, según informó.
"Dando continuidad al proceso de ajuste de las condiciones monetarias, el Comitíé de Política Monetaria (del Banco Central) decidió reducir la tasa a 9,75%" a año, señaló el organismo en un breve comunicado.
Esta fue la quinta reducción de la tasa básica de interíés (Selic) desde que en agosto el la autoridad monetaria sorprendió al mercado al recortar en medio punto la tasa, a 12% al año, interrumpiendo así el ciclo de alzas mantenido desde el inicio del 2011, destinado a contener la inflación.
El mercado había apostado inicialmente por un recorte de medio punto, pero el miíércoles aumentó la expectativa para una "reducción más agresiva" un día despuíés de divulgarse que la economía brasileña avanzó apenas 2,7% en 2011, dijo a la AFP Fernando Barbosa Filho, del Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas (FGV).
Las centrales sindicales y la industria reclamaban un recorte importante de los intereses para dar estímulo a la economía.
La Confederación Nacional de la Industria (CNI) celebró el recorte, más osado que los anteriores de medio punto, y lo consideró "indispensable para enfrentar el cuadro actual de debilitamiento de la actividad económica brasileña, especialmente de la industria", según un comunicado del organismo.
Tambiíén la central Forí§a Sindical (FS) pidió más recortes "para activar el consumo, generar empleos y mejorar el PIB".
La decisión del Banco Central no fue unánime, ya que dos de los siete miembros del Comitíé que decide los intereses en el Banco Central votaron a favor de una reducción de medio punto porcentual.
Un temor de los analistas es que los recortes de la tasa impulsen la inflación, que en 2011 alcanzó el 6,5%, el umbral máximo de la meta oficial.
Los economistas de Gradual Investimentos habían considerado que "sería temeraria" una reducción del interíés más allá de medio punto y pedían una "transición a intereses menores de forma serena".
El gobierno tiene como objetivo reducir las tasas para impulsar el crecimiento y tambiíén quiere poner freno a la entrada masiva de capitales que buscan rápidas ganancias con las altas tasas de interíés brasileñas, entre las mayores del mundo, provocando una valorización del real y una píérdida de competitividad de la industria.
Las presiones para estimular el crecimiento de la economía en Brasil arreciaron el miíércoles cuando se anunció que la industria se contrajo 2,1% en enero respecto a diciembre pasado.
"El gobierno muestra que está preocupado con ese aluvión de divisas que entra en Brasil y busca crecimiento económico para este año, pero esa es una política a corto plazo, lo que tendría que hacer es tener un poco más de paciencia con las tasas y buscar un crecimiento económico más consistente para los próximos 10 años", dijo a la AFP el economista Roberto Troster.
A su vez, Barbosa Filho consideró que "es difícil creer" que la presión sobre el real acabe con esta reducción, ya que "la diferencia entre las tasas de intereses brasileñas y las del resto de los países es todavía muy grande, y sigue siendo atractivo aplicar dinero aquí".