Las Cortes han puesto fin a su contribución anual para planes de pensiones de parlamentarios, personal fijo y eventuales. El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha aplicado las normas de austeridad del Gobierno en la materia con el resultado de ahorrar a la Cámara Baja para el presente ejercicio 1.575.268 euros por ese concepto (6,3 millones en total para la legislatura que empieza). Aunque los defensores del complemento decían que era ‘el chocolate del loro’, resulta que sobre la base de su supresión, el Congreso logra recortar su presupuesto en un 5,2%.
Las Cortes han aprobado esta semana unas cuentas de ida y vuelta. Según fuentes parlamentarias fueron previamente bendecidas por el Ministerio de Hacienda y, ahora, en el trámite habitual una vez aprobadas por las Mesas conjuntas del Congreso y del Senado, se remiten al Gobierno para que las incorpore a los Presupuestos Generales del Estado. En sus líneas generales están en consonancia con las medidas que el Ejecutivo aplicará al conjunto de los ministerios y de la Administración Central: congelación de salarios, recortes drásticos en burocracia, publicidad, protocolo, complementos e inversiones.
La ventaja de entrada con que ha contado Jesús Posada es el acuerdo general, aunque a regañadientes, de los grupos mayoritarios en acabar con las llamadas pensiones ‘de privilegio’ de los diputados. Era cierto que sólo unos 80 ex parlamentarios (el más famoso Santiago Carrillo) se habían apuntado a ese complemento de las Cortes para percibir la pensión máxima del sistema público. Pero la partida asignada el pasado año para ese concepto de ‘contribuciones a planes de pensiones’ de altos cargos había alcanzado ya los 1.378.796 euros, según el desglose de los presupuestos de la Cámara a que ha tenido acceso El Confidencial.
La cifra no es pequeña si se tiene en cuenta que el presupuesto general del Congreso para este año es de 86,9 millones de euros, un 5,2% menos que el anterior. Además, se suprimen las contribuciones a los planes de pensiones del personal eventual, 130.753 euros, y las de los ‘laborales’, otros 65.719 euros. En total, la Cámara se ahorra casi 1,6 millones de euros al no completar el retiro de los parlamentarios ni las cotizaciones extra del personal interino de la casa.
Posada, aunque las Cortes son autónomas para hacer sus cuentas, aplica a rajatabla el decreto que el Gobierno aprobó el 30 de diciembre pasado y que prohibía a “administraciones, entidades y sociedades†públicas “realizar aportaciones a planes de pensiones de empleo o contratos de seguro colectivos que incluyan la cobertura de la contingencia de jubilaciónâ€.
En los mismos presupuestos se vuelven a congelar (por segundo año y despuíés del recorte de 2010) los salarios de los funcionarios y las retribuciones de los diputados. Para cuadrar el recorte del 5,2%, la Cámara tambiíén ha reducido la partida destinada a “atenciones protocolarias y representativas†que Josíé Bono dejó en casi medio millón de euros (462.781) en casi la mitad: 251.338 euros.
Otros recortes drásticos o totales están en la partida de dietas, “publicaciones†(casi otro medio millón de ahorro, de los 1,7 millones a 1,2) o en la de publicidad y propaganda.