Publicado el 03/07/2008, por Roberto Casado. Londres
Pese a rebajas de hasta el 30%, los inversores de Reino Unido siguen reticentes a realizar adquisiciones en la costa. Taylor Wimpey provisiona el valor de sus promociones españolas en 50 millones de euros.
Las inmobiliarias británicas con intereses en España han lanzado agresivas campañas de rebajas de precio de las viviendas en la costa mediterránea con el objetivo de animar un mercado absolutamente seco. Despuíés de un periodo en el que ciudadanos de Reino Unido llegaron a comprar hasta cincuenta mil propiedades anuales en España, en 2008 se esperan menos de cinco mil adquisiciones, por el temor de los inversores a un desplome de los precios y por las dificultades que existen para la obtención de críéditos.
En el primer trimestre, los extranjeros no residentes compraron 961 viviendas en España, un 46,5% menos que el año anterior. Alrededor del 60% de esos foráneos son británicos. Los extranjeros residentes (entre los que figuran ciudadanos de Reino Unido en una menor proporción) compraron 12.000 propiedades, un 26% menos.
Según la Asociación de Profesionales de la Propiedad Internacional (Aipp) de Reino Unido, el 25% de las casas compradas por los británicos en el extranjero en 2007 estaban ubicadas en España, frente al 31,6% de 2006. Se espera que la cuota vuelva a descender en 2008.
Esta dramática caída de la demanda ha puesto contra las cuerdas a promotoras británicas con desarrollos en España, a inmobiliarias especializadas en la venta de casas en la costa y a familias que compraron viviendas junto a la playa con la idea de revenderlas o alquilarlas y que no encuentran salida a estos activos.
La necesidad que tienen todos esos propietarios de vender las casas cuanto antes ha creado un mercado de agresivos descuentos en Reino Unido, que tiene su mejor reflejo en Internet. A travíés de la web, varias firmas ofrecen casas de la costa española devaluadas por la urgencia por traspasarlas de sus dueños, muchas veces apurados para pagar los intereses de la hipoteca.
En otros casos, se trata de viviendas ya embargadas por entidades financieras. Los descuentos rondan el 20% respecto a los precios de hace sólo unos meses, lo que permite encontrar viviendas de dos habitaciones por menos de cien mil euros.
Según una encuesta de la firma Real Estate Marketing, el 60% de los promotores en España ofrece rebajas en los precios de las viviendas, porcentaje que sube al 71% en el caso de las comercializadoras. La mayoría dice ofrecer descuentos de entre el 10% y el 30%.
Reflejo de la tensión en el mercado inmobiliario español es Taylor Wimpey, la mayor constructora y promotora de viviendas en Reino Unido. La compañía ha lanzado una campaña de descuentos de hasta el 25% en los precios de sus casas en Mallorca y la costa mediterránea española.
Ahora ofrece apartamentos por 138.000 euros, cuando hasta hace unos meses sus precios no bajaban de los 200.000 euros. En 2007, el precio medio de las viviendas comercializadas por Taylor Wimpey en España ascendió a 279.000 libras (348.750 euros).
Debilidad
Pese a tirar los precios, Taylor Wimpey dijo ayer que sus ventas en España han caído un 20% en el primer semestre de 2008 frente al año anterior, en el que ya bajaron un 44%. Como consecuencia de la debilidad del mercado, el grupo británico ha rebajado en 40 millones de libras (50 millones de euros) el valor de sus activos en España.
El pasado ejercicio provisionó otros 6,3 millones de libras. Al final de 2007, el valor neto de los activos de Taylor Wimpey en España ascendía a 115 millones de libras. La empresa ha rebajado precios de sus promociones (tambiíén en Reino Unido y Estados Unidos) “para estabilizar las ventas y mejorar el cash flowâ€, afirmó ayer en un comunicado.
Lo peor es que los descuentos no animan a los inversores. Muchos de ellos prefieren ahora destinos como Bulgaria o Marruecos, según la Aipp.
Terror en bolsa
La cotización de Taylor Wimpey bajó ayer un 41,67%, hasta 35 peniques, despuíés de que la empresa anunciara el fracaso de sus negociaciones con varios accionistas para acometer una ampliación de capital de 500 millones de libras (625 millones de euros).
Los inversores temen que la empresa no pueda atender sus compromisos de pago de la deuda a los bancos ante las dificultades para vender las casas que construye en Reino Unido, Estados Unidos y España. Taylor Wimpey dijo ayer que va a eliminar 900 empleos en su negocio británico, además de provisionar 660 millones de libras en todo el mundo.