Bankia está tirando la casa por la ventana en marzo para sostener la cotización del banco. Desde finales de febrero hasta el 13 de marzo, la entidad que preside Rodrigo Rato ha comprado 37,5 millones de acciones siempre al mismo precio de 3 euros por título, por cerca de 120 millones. Una inversión que asciende a 200 millones en tres meses y que tiene como objetivo evitar una caída mayor en bolsa que ponga en peligro la participación del grupo financiero en una fusión a corto plazo.
La consigna era evitar que el precio cayera por debajo de los tres euros. Pero ni ese desembolso que ha disparado la autocartera del grupo hasta el 3,37% ha conseguido el objetivo. O, al menos, no del todo. El 19 de marzo, seis días despuíés de las últimas compras de acciones propias notificadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la cotización de Bankia perdió por primera vez desde que cotiza en bolsa la cota de los tres euros. Desde entonces, el deterioro bursátil del valor ha sido imparable. Ayer cerró con su sexta caída consecutiva hasta los 2,85 euros, nuevo mínimo histórico del banco.
Sin embargo, el aumento constante de la autocartera mantiene el cambio medio de Bankia desde que salió a bolsa en 3,50 euros, sólo un 6,6% por debajo de los 3,75 euros a los que salió a bolsa el pasado 20 de julio. Y en los últimos noventa días, dicho precio medio alcanza los 3,30 euros. Para Rato, ambas referencias serán claves si la reestructuración del sector obliga a Bankia a una operación de integración en otro grupo financiero.
Cuánto más alto sea su valoración en bolsa, más posibilidades tiene de mandar en una futura fusión con otra entidad. En el caso de ser el comprador, Bankia pagaría la absorción de la otra parte en acciones, no en metálico, por no tener capital suficiente. Por tanto, mantener la cotización es una premisa básica a la hora de negociar un canje y el reparto de poder. Rato tiene que comunicar antes de este sábado cómo va a conseguir cumplir con los requisitos de capital incluidos en el real decreto y antes del 31 de mayo si tiene intención de fusionarse con un competidor.
El banco podría defender una ecuación de canje razonable si no se repite el caso de Banca Cívica, que ha sido absorbida por Caixabank un 27% por debajo del precio de la oferta de acciones que hizo en julio de 2011 y con un descuento del 12% sobre su último cambio en bolsa. El precio es tambiíén un 14,7% inferior al cambio medio -2,31 euros- desde que el valor salió a bolsa.
Actividad freníética
Desde que el pasado mes de noviembre Bankia anunció sus primeras compras de acciones propias hasta el 0,57% de capital, la actividad ha sido freníética. El 28 de febrero comunicó que la autocartera ya era del 1,19%, porcentaje que se duplicó hasta el 2,29% el 7 de marzo. Ahora ya ha llegado al 3,37%, por lo que en apenas quince días la ha triplicado. El coste de estas operaciones en tan solo quince supera los 120 millones. En conjunto, el valor de la autocartera de Bankia alcanza los 168 millones de euros, la mitad del beneficio neto atribuido del año pasado.
La actividad defensiva de Bankia, que pese al esfuerzo por detener la sangría cotiza a los precios más bajos desde que salió a bolsa, no ha sido una excepción en el sector. Banco Sabadell tambiíén estuvo muy activo en 2011 hasta el punto de superar el 4% de autocartera. El banco catalán invirtió unos 240 millones en mantener su acción, más que su resultado neto consolidado.