La economía paralela en Italia (trabajo clandestino, actividades mafiosas, alquileres no declarados) representó en 2011 el equivalente aproximado de 35% del Producto Interior Bruto (PIB), o sea 540.000 millones de euros, indicó el jueves un estudio del Instituto Eurispes.
La economía paralela italiana "representa la suma de los PIB de Finlandia, Portugal, Rumania y Hungría", subrayó Eurispes. Este instituto precisa que en 2010, la economía ilegal había representado aproximadamente 529.000 millones de euros.
Eurispes precisa que sus cifras fueron obtenidas gracias a las informaciones suministradas por la policía financiera italiana despuíés de controles a unas 700.000 empresas que revelaron evasiones fiscales del orden de 27.000 millones de euros.
Este instituto estima tambiíén que cerca de seis millones de personas, o sea cerca de 35% de los trabajadores empleados, están obligados a encontrar un segundo trabajo para llegar a fin de mes.
Por otra parte, unas 500.000 familias tienen problemas para reembolsar sus príéstamos inmobiliarios, agregó Eurispes.
"En Italia hay una competencia desleal entre quienes respetan la ley y los otros", observó Maurizio Zipponi, un dirigente del partido Italia de los Valores (IDV, oposición).
Zipponi pidió al primer ministro Mario Monti que intervenga "en forma eníérgica y decidida contra la evasión, la corrupción y la competencia desleal entre las empresas".
"Es la única forma de reactivar la economía y evitar el drama del desempleo", agregó.
Una de las prioridades del gobierno de Monti es la lucha contra la evasión fiscal y la economía paralela, lo que provocó la cólera de numerosos comerciantes en Italia.