Por... JOE McDONALD
BEIJING -- La empresa que fabrica el iPhone y el iPad para Apple ha prometido limitar los horarios de trabajo en sus fábricas, y el anuncio podría obligar a otras corporaciones globales a pagarle más a los trabajadores que ensamblan varios productos populares en la actualidad, desde electrónicos hasta juguetes.
La promesa de Foxconn Technology se produce en momentos en que Beijing está presionando a las compañías extranjeras para compartir más de sus ganancias con sus empleados chinos. Sigue a un reporte de un auditor laboral contratado por Apple Inc. que concluyó que Foxconn infringía regularmente los límites legales al tiempo extra. Los empleados de sus fábricas llegaban a trabajar más de 60 horas por semana.
"Pienso que lo que hizo Foxconn va a tener un impacto, ciertamente, en todos los trabajadores chinos y en todos los sectores", dijo Willy Lin, director administrativo de Milo's Knitwear, que produce ropa en tres fábricas en China para clientes europeos.
Foxconn, propiedad de la firma taiwanesa Hon Hai Precision Industry Co., prometió limitar los horarios al tiempo que mantenía sin cambios la paga total, aumentando efectivamente el salario por hora. Foxconn es uno de los mayores proveedores de empleos en China, con 1,2 millones de trabajadores que ensamblan productos además para Microsoft Corp. y Hewlett-Packard Co.
La compañía japonesa Toshiba Group, que tiene 32.000 empleados en China para la producción de artículos como refrigeradores y televisores, dijo que tambiíén está tomando medidas para reducir los horarios y crear condiciones más seguras en sus fábricas.
China ha sido desde hace tiempo un centro de manufactura de bajo costo de productos para marcas extranjeras. Pero los salarios ya estaban subiendo, pues las empresas compiten por trabajadores y los líderes comunistas buscan que el país produzca bienes tecnológicos más rentables.
Luego de un estancamiento a raíz de la crisis financiera global del 2008, cuando Beijing congeló el salario mínimo para permitir que sus exportaciones siguiesen siendo competitivas, los trabajadores chinos han recibido aumentos salariales considerables en los últimos dos años, aunque los sueldos siguen siendo bajos en comparación con Occidente.
Foxconn respondió a una serie de suicidios por empleados en una de sus fábricas en China, en el 2010, elevando a más del doble su salario básico mensual, a 1.800 yuanes (290 dólares). El mismo año, Toyota Motor Corp. y otros productores japoneses de autos implementaron aumentos salariales luego de una ola de huelgas que tuvieron el apoyo tácito del gobierno chino.
Los líderes comunistas han prometido aumentar al doble el salario mínimo para el 2015, comparado con el 2010.