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Autor Tema: ¿Cómo afecta un rescate? por marc vidal al loro con lo que dice  (Leído 272 veces)

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http://marcvidal.net/2012/04/como-afectaria-un-rescate.html

Acabo de aterrizar en el nuevo mundo. Concretamente en Panamá. Estaríé unos dí­as trabajando con mi equipo local, para luego visitar al resto de sedes en Bogotá, Lima, Caracas, Miami y Boston. Nada más llegar ceníé con dos periodistas con los que tení­a pendiente otra entrevista. Les preocupa no entender la situación de España en concreto y del continente en general. Por cosas de la vida, como consultor del BCIE he tenido que explicar lo mismo varias veces a mandatarios centroamericanos y tambiíén se hace complicado. Ellos que crecen en tasas que rozan las dos cifras tienen crisis sistíémicas y de alto calado social cada diez o quince años. De hecho la mayorí­a disfrutan de la bonanza con el ojo puesto en el retrovisor que relata pobreza y miseria. No entienden de “crisis” subsidiada. Cuando ellos entran en crisis la gente se muere de hambre.

La suerte (o desgracia) de tener conocimiento relevante que no se publica en los medios proviene siempre de estar en el lugar apropiado y en el momento justo. Hace dos meses que estamos trabajando en Bruselas en un anteproyecto de analí­tica comparativa en sistemas de gestión (para startups o empresas de nueva creación y de base tecnológica) cuyas bases estamos diseñando un pequeño equipo de consultores de IDODI enmarcado en un macro grupo de nueve empresas. Este centenar de consultores sirven para dar contenido de valor al famoso Seventh Framework Programme Europeo.

Es gracias a ese contacto directo con alguno de los actores principales de la economí­a europea que he podido entender que la intervención de las finanzas españolas ya es un hecho desde hace un año, que el rescate se contempla como inevitable y que la subida del IVA por encima del 20% no será antes del verano pero si se planteará si los ingresos no aumentan por la “amnistí­a” o los gastos no se logran reducir por la ví­a imperativa. De hecho un buen amigo francíés que ahora ocupa un alto cargo en la administración europea me confesó que Grecia, Portugal y España se devaluarí­an en valor nominal por la ví­a del IVA hasta lí­mites que no podemos ni imaginar. Eso en semántica banquera viene a ser un 21% para España, e incluso más.

La gente se pregunta que quiere decir que nos rescatan. Incluso hay quien asegura que eso no va con ellos, que es un tema de macroeconomí­a, de polí­ticos y economistas, que a las personas de bien eso no les afecta demasiado, que al final todo es una subidita de impuestos y algo menos de “cosas que te da el gobierno”. Pues ni el gobierno “te da nada”, ni las personas “normales” están exentas de notar en su estómago la patada del rescate, ni es un tema exclusivo de altos mandatarios. Un rescate e intervención no es nada parecido a lo que se siente cuando te sacan del mar en un bote salvavidas. La verdad es que a veces piensas que ya estabas bien ahogándote en el agua tan a gusto y “a tu bola”.

Un rescate no es más que un críédito enorme que nos dejarán la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. Con esa pasta se saldan las deudas del estado en default y justo a la mañana siguiente tienes la visita de la “troika”, es decir, unos comisarios de muy mala cara y de muy mal negociar. A partir de ahí­ los sucesos se precipitarán y nadie puede asegurar que serán la solución milagrosa pues no lo están siendo en ningún sitio donde se han instalado, sólo sabemos la que lí­an.

Tomarán el poder un grupo de consultores y altos cargos de la UE, el FMI y el BCE. Su función será la de auditar todas las decisiones de tipo económico y presupuestario del ejecutivo de Rajoy y de sus derivados (como ellos lo denominan) autonómicos y jurisdiccionales. Para España tocarán equipos multidisciplinares con al menos un centenar de comisarios. A partir de ese momento España quedará oficialmente intervenida (le llamarán de otro modo como “asesorí­a de ajuste” o “grupo de apoyo presupuestario”) y entonces deberá corregir la situación a travíés de medidas “aconsejadas” por la “troika”. De no hacerlo no recibiremos el dinero que debe salvar todo el sistema financiero y el sistema económico por enlace. Recordemos que el Estado ha servido en bandeja toda su capacidad de endeudamiento y recursos a los bancos y cajas que estaban yertas en sus propios balances permitiendo que falsearan sus cuentas a cambio de “saltar al vací­o” esperando que el paracaí­das se abra.

Como el triplete fantástico no se suele fiar de los paí­ses que rescata la pasta no la suelta de una vez  sino que la va aflojando a medida que se van cumpliendo su “consejos”. Las medidas irán en la lí­nea griega en cuanto a la reducción de funcionarios, salarios de la administración, peso de las autonomí­as, fusiones de municipios, subida de impuestos como el IVA, retoques en la reforma laboral y alguna cosilla más. Me pregunto como se lo tomarán los sindicatos.

Por desgracia es casi inevitable que pase. El volumen del engaño en España en cuanto al balance del sistema financiero es comparable a las mentiras que Goldman Sachs inventó para que las cuentas de Grecia fueran adecuadas en el momento de integrarse a la Unión Monetaria. La banca española vale más por sus cuentas tóxicas que por las reales. Casi 200.000 millones de euros en hipotecas no serán devueltos a los bancos, lo que pone en fallida todo el sistema. Eso se deberá sumar a que la banca no ha dejado caer el precio todaví­a de la vivienda, algo que seguirá friccionando y, al final, resultando una evidencia solemne: el patrimonio con el que los bancos autorizan balances positivos son una quimera. Europa lo sabe. Si cae Portugal, que caerá pues se le pide que resuelva elementos estructurales de su economí­a en meses cuando eso no lo lograrí­a ni un paí­s escandinavo en años, cae España. El grado de exposición de la banca española al díéficit portuguíés se dice que puede estar cercano a los 100.000 millones por derivados de segundo orden y no los 78.000 como hasta ahora se consideraba. Además, el crecimiento de la economí­a española vuelve a ser negativo. En Europa se contemplan cifras muy contundentes y en negativo para este trimestre pasado que no dejarí­an muchas opciones a la hipotíética recuperación a medio plazo que pudiera retrasar el rescate. La austeridad en inversión y la necesidad de más dinero en la banca (y no para fluir críédito) seguirán reduciendo el radio del cí­rculo vicioso en el que hemos caí­do irremediablemente. Finalmente se dice en Europa que el rescate de España es inevitable porque no lograremos equilibrar el díéficit, porque el paro no dejará de aumentar y porque el talento huye de España ante la imposibilidad de prosperar. La nombrada “prima de riesgo” aumentará por una lógica cruel del mercado: es un “riesgo apostar a este caballo mal herido”. En definitiva, menos dinero, más recaudación hasta la extenuación, liquidación de servicios, reducción de peso funcionarial y alejamiento del crecimiento y del cambio del modelo de crecimiento.

Y a todo esto, recortamos 2.200 millones de euros en los presupuestos para I+D+i y nos desfilamos por el sendero oscuro de no saber que queremos ser de mayores. La fiesta terminó, toca recoger los platos, limpiar la sala y, sobretodo, ir hablando de lo que haremos con ese espacio para rentabilizarlo. Al parecer, investigar en nuevos modelos productivos no.