ACS baja de peso en Iberdrola. La compañía que preside Florentino Píérez comunicó ayer a la CNMV la venta de un paquete del 3,69% del capital, valorado en 860 millones a precios de mercado. Tras la operación, dirigida a reducir una deuda neta de 9.334 millones, la constructora pasa a controlar el 15% de la elíéctrica.
ACS dio ayer la sorpresa con la Bolsa española ya cerrada. El grupo de infraestructuras rebaja su presencia en Iberdrola, su mayor apuesta estratíégica junto a la germana Hochtief, al poner en venta un 3,69% del capital. El paquete asciende a 860 millones en el parquíé y deja a la compañía que preside Florentino Píérez con el 15% de las acciones, desde el 18,5% actual. Una posición que le sigue otorgando el papel de primer accionista.
El proceso de colocación acelerada ha sido encargado a UBS y Sociíétíé Gíéníérale, dos de las entidades de cabecera de ACS, y se dirigió durante la tarde noche de ayer a inversores "profesionales y cualificados" de España y el extranjero, según comunicó la parte vendedora a la CNMV.
A la vista de la demanda se iba a decidir el precio definitivo. La acción de Iberdrola, que pierde un 19% en 2012, cotizaba ayer a 3,9 euros. Respecto al resultado de la desinversión, distintos analistas de Bolsa consultados estiman que podría cerrarse con un descuento aproximado del 4% al 5%.
¿Leña al fuego en la batalla entre ACS y su participada? Ante la posibilidad de que el movimiento pudiera leerse en clave de abandono del pulso por entrar en el consejo, e influir en la gestión, fuentes solventes aseguran que el mayor grupo europeo de infraestructuras se mantendrá en torno al 15% y mantendrá su presencia en Iberdrola como estratíégica.
La inesperada decisión de venta, por tanto, se dirige a atajar deuda. ACS cerró 2011 con un endeudamiento neto de 9.334 millones, de los que 4.900 millones están relacionados con su presencia en Iberdrola.
Con las propias acciones de la elíéctrica garantizando esos críéditos, a ACS le interesa que la cotización de Iberdrola estíé siempre por encima del precio de adquisición. De este modo, el grupo elude ajustes negativos por el cambio de valor de su paquete y se despreocupa de la aportación de garantías adicionales. Pero el mercado juega en contra.
El equilibrio entre príéstamos y garantías explica las distintas adquisiciones de ACS aprovechando las caídas del papel de Iberdrola. Se trata de reducir el precio al que la constructora contabiliza su participación. El último dato disponible es de 7,1 euros por título (casi el doble de la cotización) tras minorar en 180 millones los beneficios que obtuvo por el dividendo de la elíéctrica (373 millones) en 2011. Una práctica, la de no contabilizar parte del dividendo, que ACS podría repetir en el presente 2012.
En cuanto a las últimas compras, se remontan a agosto de 2011, cuando ACS rozó el 20% de Iberdrola a travíés de equity swaps (derivados) firmados con Natixis. La constructora suma inversiones en su participada por 8.900 millones y llegó a fijarse el objetivo de alcanzar el 30% del capital, siempre y cuando el precio de compra estuviera por debajo del valor medio del paquete en su poder.
El actual 18,5% de ACS se divide entre tres sociedades instrumentales. El resto de Iberdrola está en manos de un fondo soberano de Catar (6,16%), Kutxabank (5,48%) y Bankia (5,4%) como principales inversores institucionales.