Una vez nacionalizado YPF, Repsol tuvo que hacer frente a una jauría de analistas financieros que insistieron a Antonio Brufau sobre quíé clase de compañía será la petrolera española tras perder el activo con el que más iba a crecer. Despuíés de algunas vacilaciones, el presidente del grupo energíético les pidió algo de tiempo para elaborar un nuevo plan estratíégico. No obstante, señaló que la compañía se plantea transformar 3.000 millones de euros de acciones preferentes en bonos convertibles en acciones.
Ese fue el único adelanto que anunció Brufau y su director general financiero, Miguel Martínez, sobre las medidas financieras que adoptarán para compensar la píérdida de ingresos que suponía YPF. La argentina representaba hasta la fecha el 28% del beneficio de explotación, además de aportar entre 400 y 600 millones de euros en dividendos. Un flujo de capital que los dos principales directivos de Repsol no supieron concretar como se solucionarán.
“Les pido un poco de tiempo. Es demasiado pronto. La noticia la conocimos ayer y solo hemos tenido una mañana para trabajarâ€, se excusó Brufau ante la insistencia de los analistas de bancos tan relevantes como Credit Suisse, Barclays, UBS, Deutsche Bank, Bank of America Merrill Lynch y Bank of Canadá, entre otros. Los expertos le preguntaron una y otra vez sobre la futura política de dividendos, el cash flow a medio plazo y cuándo esperan cobrar la indemnización por la expropiación de YPF.
“Ha dado la impresión de que la medida les ha pillado por sorpresa o que no tenían diseñado un plan B. Es todo una incertidumbre. Muy difícil para convencer ahora a los inversoresâ€, sentencia un gestor internacional que pide el anonimato. El presidente de Repsol adelantó que a principios de mayo tendrá preparado un nuevo plan estratíégico en el que se concretará el futuro de la compañía. Pese a las tres escasas semanas que faltan para llegar a esa fecha, varios analistas le pidieron una visión realista del problema tras escuchar la batalla legal que presentará la empresa española ante los tribunales de arbitraje internacionales.
“Díéjenme tiempo para elegir la decisiones adecuadas. Les soy honestoâ€, les suplicó Brufau, que puso íénfasis en que la compañía no pierda su calificación crediticia. Con la transformación de las acciones preferentes en bonos convertibles a dos y tres años, Respol conseguiría una inyección de recursos propios que representaría un 15% del capital actual. El grupo participado por La Caixa, Sacyr y Pemex ha visto como su capitalización se ha reducido a tan solo 20.000 millones tras desplomarse un 30% en 2012.
Sin embargo, la agencia de calificación Fitch se apresuró a poner en revisión con implicación negativa el rating de la petrolera española "La revisión refleja la incertidumbre en relación a las implicaciones financieras de la expropiación de YPF que en parte dependerán de la posible compensación que pueda recibir Repsol por su paquete (en YPF)", explicó la agencia americana. “Esto es fundamental porque muchos gestores de cartera no toman posiciones en compañías a partir de determinados niveles de solvencia financiera". explica un broker español que asistió a la reunión.
Un acuerdo antes que un pleito
Brufau añadió que no cree necesarios vender activos “de momento†para mantener la política de dividendos. “Al menos este añoâ€, agregó el presidente de la petrolera al indicar que el que pagará en julio con cargo a los resultados de 2011 será abonado con acciones en lugar de con dinero efectivo para preservar la caja. Sobre los pagos de 2012 no pudo concretar más, pero los analistas ya dan por hecho que Repsol no podrá mantener su objetivo de elevar un 10% su retribución a los accionistas como hasta el momento.
El primer ejecutivo de la petrolera, que identificó a los jóvenes comunistas de la Cámpora como actores principales del “roboâ€, mencionó la participación del 35% que Repsol tiene en Gas Natural como un comodín para el medio plazo. La gasista acumula tambiíén un descenso bursátil del 15% en lo que va de año y cotiza a su nivel más bajo desde septiembre de 2011. “Cualquier anuncio de venta parcial hundiría aún más a Gas Naturalâ€, afirma uno de los asistentes a la conferencia telefónica.
Aunque los directivos de Repsol expresaron su intención de llegar hasta el final para defender los intereses de todos los accionistas, consideraron que sería mejor llegar a un acuerdo con el Gobierno argentino para cobrar la indemnizacion por la expropiación. El grupo exige 10.500 millones por su 57% de YPF, pero algunos analistas consideran que esa reclamación no es realista.