Por... Francisco Velázquez
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros informa que los 'burós de críédito' son las referencias o bases informativas.
Miles de otorgantes de críédito todavía no consultan ni reportan sus críéditos, lo que puede propiciar el sobreendeudamiento de los usuarios e incluso, el deterioro en la calidad de sus propias carteras y del sistema, alertó la Condusef.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef) informó que las Sociedades de Información Crediticia, comúnmente llamadas “burós de críéditoâ€, son las referencias o bases informativas.
Estas permiten al oferente del críédito ampliar su visión sobre la capacidad de endeudamiento, comportamiento de pago y tipo de críéditos adquiridos respecto de un solicitante, con lo cual estará en mejores condiciones de valorar la solicitud de príéstamo o críédito, mediante parámetros más amplios, señala el organismo en un comunicado.
En 2011 se realizaron 64.8 millones de consultas de reportes de críédito de personas físicas por parte de los otorgantes, lo que implicó 66% más con respecto a 2010.
“Si bien pudiera considerarse como un incremento muy importante, la realidad es que todavía falta mucho por avanzar, pues existen miles de otorgantes de críédito que todavía no consultan ni reportan sus críéditosâ€, expone.
Además, hay entidades poco responsables que en su publicidad señalan que no consultan a las sociedades de información crediticia, lo que no sólo puede propiciar el sobreendeudamiento de los usuarios, sino incluso, el deterioro en la calidad de sus propias carteras y del sistema, advierte.
Refiere que para que un mercado crediticio funcione adecuadamente, requiere entre otros aspectos de un mecanismo que permita a los oferentes del críédito conocer el historial del solicitante, de manera veraz y oportuna.
Esto generalmente se obtiene a travíés de la información que ya obra en poder del otorgante por tratarse de críéditos de sus propios clientes; la documentación requerida directamente al momento de entrevistar a los solicitantes y; los historiales crediticios de las personas a travíés de los burós de críédito.
A partir de 1995 inician operaciones en Míéxico los llamados “burós de críéditoâ€, y es hasta 2002 que se publica la Ley para Regular las Sociedades de Información Crediticia, cuya función principal es recopilar, administrar y entregar los historiales de críédito de las personas y empresas.
En el país existen tres instituciones financieras debidamente autorizadas para operar: Trans Union y Círculo de Críédito, especializadas para personas físicas, y Dun & Bradstreet, para personas morales.
Estas sociedades se encuentran reguladas y supervisadas tanto por la Secretaría de Hacienda como por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Banco de Míéxico (Banxico). La Condusef, por su parte, puede conocer de controversias interpuestas por los usuarios.
Hasta el momento, no todos los sectores financieros y comerciales, remiten los historiales crediticios de sus clientes, y si bien es cierto que no es obligatorio por Ley, la Condusef recomienda que todos envíen regularmente los historiales de críédito a alguna de las Sociedades de Información.
Con esto se tendrá una base de datos más robusta en beneficio de todos los participantes, incluyendo por supuesto a los usuarios del críédito.