El FMI hizo ayer un duro análisis sobre la banca española, que debe abordar de forma urgente su reestructuración. Tras una reciente visita, el organismo señala que "el sector permanece vulnerable" y recomienda incluso el uso de ayuda pública para el saneamiento definitivo. Además, pide a Bankia que tome "medidas rápidas y decisivas para fortalecer su balance y mejorar su gestión y gobierno corporativo".
La banca española vuelve al ojo del huracán. Un informe divulgado ayer por el Fondo Monetario Internacional (FMI) revela importantes fallas en el proceso de reestructuración del sector. La percepción que había en los mercados sobre las debilidades del sector financiero internacional se han hecho oficiales. El estudio, realizado tras dos visitas a España en febrero y abril, se enmarca dentro del programa de evaluación del sector financiero, puesto en marcha por el G20 para analizar las vulnerabilidades en cada país.
En el caso de España, el FMI reconoce que se ha realizado una "profunda y bienvenida reestructuración del sector de cajas" y que los grandes bancos "parecen suficientemente capitalizados para soportar un mayor deterioro de las condiciones económicas" pero, acto seguido, pone el acento en que "las vulnerabilidades persisten en otros bancos que dependen de apoyo público" y en que "el sector en su conjunto permanece vulnerable a las distorsiones persistentes en los mercados de financiación".
El informe señala que es fundamental que haya un saneamiento "rápido y adecuado" de los balances de las entidades díébiles para evitar "que los bancos solventes sufran innecesariamente por la continuada píérdida de confianza de los mercados en el sector bancario".
Sobre las cajas que han recibido ayudas del FROB, el FMI incide especialmente en la situación de Bankia, aunque sin citarla. Asegura que "con el fin de preservar la estabilidad financiera es esencial que estos bancos los que han recibido ayudas públicas, y en particular el de mayor tamaño, tomen medidas rápidas y decisivas para fortalecer sus balances y mejorar su gestión y su gobierno corporativo". El resto de aludidos son BMN, Catalunya Caixa, Banco de Valencia y Novagalicia.
El presidente de Bankia, Rodrigo Rato, que ocupó el cargo de director gerente del FMI, ha insistido en varias ocasiones en que la entidad -que ha puesto en marcha un exigente plan para cumplir con las exigencias de la reforma financiera que ha sido aprobado recientemente por el Banco de España- tiene capacidad suficiente para continuar en solitario. Respecto al conjunto del sector, pide que "continúen fortaleciendo sus colchones de capital" para mejorar su capacidad de financiación en los mercados.
Uno de los mensajes más preocupantes que el Gobierno español puede extraer del informe es que señala la posibilidad de que la reestructuración del sector requiera de más ayudas públicas, en lugar de insistir en el uso del exhausto FGD. El informe explica que "para evitar que los costes de resolución sean demasiado elevados para que la industria los pueda soportar ... puede ser necesario un mayor recurso a la financiación pública, con el fin de preservar la estabilidad financiera y evitar un excesivo desapalancamiento". El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado en varias ocasiones que la reestructuración del sector se completará sin que tenga que utilizarse más dinero público, a pesar de que desde Bruselas ya se ha sugerido a España el uso del fondo europeo de rescate para zanjar la reestructuración bancaria y de que la presión del mercado empuja a ello.
El informe del FMI señala que la prioridad debe ser "abordar de forma efectiva y completa la situación de los activos problemáticos" que los bancos acumulan en sus balances. Sin entrar en el debate sobre la creación de sociedades de liquidación para los activos tóxicos, asegura que realizar "un diagnóstico completo de los activos problemáticos" puede ser particularmente útil.
La receta
1. Mejora del balance. Diez entidades son vulnerables, pero hay dos, entre ellas Bankia, que deben fortalecer su balance y mejorar la gestión.
2. Activos problemáticos. Es necesario abordar de forma efectiva los activos dañados, con un diagnóstico completo.
3. Ayuda pública. Recomienda su uso, en lugar del FGD, para preservar la estabilidad del conjunto del sector. Rapapolvo tambiíén para los reguladores
Rapapolvo tambiíén para los reguladores
El informe del FMI alude a la supervisión financiera realizada por el Banco de España, la DGS y la CNMV, de los que alaba su profesionalidad y buenos sistemas de información. Sin embargo, aprecia una serie de "debilidades clave" que deben resolverse. Así, recomienda fortalecer su independencia y la autoridad que tiene el regulador bancario para "abordar, de forma preventiva, la acumulación de riesgos en el sistema".
Aconseja tambiíén mejorar el marco regulatorio del sector de seguros, con un ríégimen de solvencia actual que "no es sensible al riesgo" y está "anticuado". E insiste además en la necesidad de "fortalecer el ríégimen de medidas de saneamiento y sanciones en la supervisión bancaria y de valores". La advertencia llega despuíés del aprobado general del Banco de España a los planes de cumplimiento de la reforma financiera.