El Zorro y el día despuíés
Un lunes cualquiera de prácticamente el Otoño, el Bosque amaneció silencioso. El bullicio de los Chorlitos ya no se oía, y el canto de los Pardillos no se distinguía entre los mil y un ruidos y sonidos siempre presentes en el eco sistema. ¿Quíé estaba pasando?. El Zorro, se alertó por tanto silencio. Sus orejas trataban de sintonizar algún sonido familiar que lo tranquilizará, pero nada. Tanto silencio, lo movilizó. Saldría a explorar, a saber cual era el motivo de esa inquietante quietud. Cerró la madriguera, y emprendió el camino. Se cruzó con algunos habitantes conocidos, como el Jabalí y el Tejón, pero estos ni se pararon, para saludarle. El Zorro se dio cuenta de que algo grave estaba pasando en su amado Bosque. ¿Pero quíé?. El astuto habitante decidió emprender camino en dirección al hogar de su viejo amigo el Búho. í‰ste, si sabría algo, o por lo menos, le indicaría donde obtener información sobre los acontecimientos.
En una hora llegó.
- Zorro: Búho!, Búho!. ¿Estás en casa Búho?.â€
-Búho: Si, si,- respondió el alado habitante con voz enfadada-. Siempre despertándome Zorro, siempre despertándome. Lo tuyo no tiene remedio. ¿Acaso es una apuesta o algo así?.
-Zorro: Que va, Búho, que va. Tienes que perdonar, pero algo extraño ocurre.
-Búho:¿Quíé es ello Zorro?. ¡El silencio, es casi absoluto!. Solo se oye el rumor del viento, las ramas agitadas por íél, el correr de las aguas del arroyo, y poco más.
El Búho utilizó sus grandes orejas para comprobar que el Zorro tenía razón. Y, aunque extrañado, se la tuvo que dar:
- Vaya, es verdad!. Un silencio casi sepulcral.
Por un momento el sabio del Bosque meditó sobre los acontecimientos, mientras el Zorro lo miraba con una mezcla de ansiedad y curiosidad.
- Zorro: Parece que hoy, hasta el Búho, no encuentra explicación, -pensaba el cánido-.
Pero se equivocaba, el sabio del Bosque enseguida ató cabos.
-Búho: Vamos a ver, ya no están los Chorlitos, no cantan los Pardillos, claro, claro.... ¡Esto puede ser un Crack!â€. –
-Zorro: ¿Un Crack Búho?.
-Búho: Si, querido amigo, la ausencia de esas avecillas, y tan rotundo silencio, solo pueden indicar que la fiesta bursátil terminó. Esto se parece mucho al día despuíés de otras vecesâ€
- Zorro: ¿Y entonces?.
-Búho: Pues nada querido amigo, tenemos que preparar el rebote, aún hay mucho dinero que ganar.
-Zorro: ¿Cuánto Búho?.
-Búho: No lo síé exactamente querido amigo, dependerá de la pericia de cada uno. Pero estos episodios de pánico bajista o Cracks, suelen durar unos dos o tres meses. Luego les sucede un rebote de unos quince, dieciocho, meses ,y, finalmente, una bajada de dos o tres años. Como en la Bolsa todo es repetitivo, pero no matemático, ella mismo nos ira diciendo lo que va hacerâ€.
- Zorro: Claro Búho, entonces que hago.
-Búho:¿Estás en liquidez Zorro?â€.
- Zorro: Claro viejo amigo, algo se aprende con los años. Llevó esperando esto unas cuantas semanas.
- Búho: Estupendo, pues ahora tenemos que tratar de detectar los valores que más van a rebotar. El escenario ha cambiado totalmente, y lo que hace unas semanas era lo mejor: AVANZIT, URALITA, NATRACEUTICAL, ERCROS..... ahora no interesa. En nuestro punto de mira pondremos a los bancos, constructoras, y algún que otro valor como INDITEX, ZARDOYA, FAES, etc. “La mecánica del rebote desafia la lógica de la física Zorro, los valores que más caen, no son necesariamente los que más rebotan. Y viceversa, valores con una bajada del cuarenta por ciento, pueden volver a duplicar. Tendremos que estar atentos viejo amigo para seleccionar bien estos valores, montones de oro nos va en ello.
A medida que avanzaba la mañana, el hogar del Búho se iba convirtiendo en un consultorio bursátil de alto copete. A la altura de JETA CAPITAL, o más. El primero en llegar fue el Tejón, con unas acciones que le había recomendado un primo suyo, el Hurón.
-Tejón: Son acciones buenas, de una compañía que se llama SNIACE, que tiene fábricas de bio-etanol, el combustible del futuro, pero hoy están bajando un veintidós por ciento. ¿Quíé hago, Búho?.
-Búho: Vende Tejón, vende.
- Tejón: Pero estoy perdiendo un diez por cientoâ€.
-Búho: Ya, pero lo que ayer era negocio, hoy es perdocio.
-Tejón: Gracias Búho, pero mejor voy a esperar, esto será pasajero, y volverá a subir la Bolsa.
-Búho: Como quieras estimado Tejón, saludos a tu pareja.
El siguiente, el Hurón, que iniciado en la Bolsa por su vecino el Zorro, se había convencido que íél, ya sabía lo suficiente como para invertir solo. Había comprado acciones de SERVICE POINT SOLUTION, y le habían duplicado en cinco meses. ¡Secretillos de Bolsa a mi!, solía decir tan solo una semana antes.
- Hurón: ¿Quíé opinas de esto Búho?, ¡hoy me bajan un dieciocho por ciento!.
-Búho: Vende amigo Hurón!. –
- Hurón: ¿Vender?, ¡ni hablar!, el Hurón no vende jamás perdiendo. La empresa ha conseguido unos buenos contratos en USA. Esto tiene futuro Búho, un gran futuro.
- Búho: Ojalá Hurón, ojalá. “Adiós amigo.
- Hurón :Adiós Búho.
Los últimos en llegar fueron el Jabalí y su pareja.
- Jabalí: Hola Búho!, hola Zorro!â€.
- Búho: Hola Jabalí y compañía.
-Jabalí: Vengo a consultarte algo.
-Búho: Tú dirás, -dijo el Búho, invitando a los visitantes a formularle la pregunta-.
-Jabalí: Tenemos acciones de URBAS, y están bajando hoy un quince por ciento. ¿Debo venderlas?.
- Búho: Si fueran mías, las vendería Jabalí.
- Jabalí: Ya, es que mi pareja no me las dejó vender cuando estaban triplicando, decía que subirían más.
-Búho: Si, en bolsa todo es posible, incluso esto. Sois vosotros mismos los que debíéis decidir que hacer.
-Jabalí: ¡Gracias Búho!. .
-Búho: Suerte Jabalí y pareja.
El Zorro observaba con interíés, tratando de aprender del sabio del Bosque. Pero como le picaba la curiosidad sobre la poca insistencia para que vendieran, decidió preguntarle:
- Zorro: ¿Por quíé no insistes en que vendan ya? .
-Búho: ¿Para quíé viejo amigo, para quíé?. En Bolsa cada uno debe buscar el camino que lo lleve a la riqueza, por más consejos que des, los inversores siempre actuarán por su cuenta. Unos, los menos, encontraran la senda del íéxito. La mayoría, sucumbirá en el intento. Y unos cuantos, reconocerán que no tienen el conocimiento suficiente, y se pondrán en manos de alguien que sepa más. Esto siempre ha sido así, y siempre lo será.
- Zorro: Si, amigo Búho, tienes razón.
Ya se estaban despidiendo, cuando un último consultante llegó. Mejor diría consultantes, pues eran dos: La Ardilla, y un Chorlito. El visitante del Norte venía furibundo, diciendo que quería que le devolviera su oro la Ardilla, ya que el paquete de JAZZTEL que le vendió, ya no le gustaba. El avecilla expuso su queja:
- Chorlito: Mi no gustar JAZZTEL, antes ser más rico. Devolver oro.
Y la Ardilla:
-Ardilla: Santa Rita, Rita, lo que se da, no se quita.
El Zorro y el Búho rompieron en carcajada. El turista del Norte se enfadó más, y el sabio tuvo que explicarle que los negocios en los Bosques Bursátiles son así, sin garantía de devolución. El Chorlito amenazó con no volver más, y se fue volando hacía sus tierras.
- Ja, ja, ja, -reían los tres habitantes-.
-Zorro: Mira que tienen mal perder. Con lo bien que se lo pasaron en estos últimos meses, y vienen ahora con reclamaciones. ¡Ya aprenderán a consumir ordenadamente, ya!.
El Zorro se despidió del viejo Búho, y de la Ardilla, y emprendió el regreso a su hogar. Su astuta mente trataba de analizar lo sucedido, y como siempre, se convertía en un autentico hervidero de sentimientos, recuerdos e ideas:
-Zorro: ¡Saber retirarse a tiempo es un arte en la Bolsa!. Quíé buena ocurrencia tuvo aquel gran Zorro gallego cuando dijo: “Quíé el último duro lo gane el otroâ€. Eso si, si lo gana.
El Zorro se fue corriendo a disfrutar de la sangría bursátil, y a preparar la estrategia siguiente. Y es que los mercados nunca se están quietos, el único que si debería estarlo en ciertas ocasiones, es el pequeño inversor.
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