Canadá dejó de acuñar monedas de un centavo, lo que permitirá al país ahorrar decenas de millones de dólares al año en un momento en el que las autoridades canadienses empiezan a imponer una serie de políticas de austeridad.
En un acto celebrado en la Casa Real de la Moneda de Canadá en la localidad de Winnipeg, el ministro de Finanzas canadiense, Jim Flaherty, asistió a la producción de la última moneda de un centavo, que está destinada a ser una pieza de museo, y recordó que no obstante podrán seguir siendo utilizadas en transacciones.
“Durante los últimos años, los contribuyentes canadienses han sufrido la carga de los crecientes costos de producción de los centavos. Aunque el centavo puede todavía utilizarse en transacciones diarias, nuestro Gobierno anima a que los canadienses donen sus centavos†dijo Flaherty.
El ministro señaló que hay “miles de millones†de centavos en circulación en el país.
Cada centavo, popularmente denominado “penny†en Canadá, cuesta de producir 1,6 centavos, lo que suponía al país unas píérdidas anuales de 11 millones de dólares para mantener una denominación que para muchos canadienses es más un incordio que algo útil.
Un 94 % del metal es acero, un 4,5 % cobre y un 1,5 % níquel. En 1997, un “penny†estaba realizado totalmente en cobre pero el actual precio del metal es demasiado elevado.
Un estudio de 2008 indicó que la existencia del “penny†le costaba al país unos 150 millones de dólares cuando se contabilizan los costes que supone para las empresas el manejar la denominación.
El último millón de centavos acuñados en la Casa Real de la Moneda serán vendidos como piezas para coleccionistas. A partir del otoño de este año, la Casa Real de la Moneda dejará de distribuir las monedas de un centavo