El matutino Cronista publicó el artículo “Vaca Muerta la perla energíética en el conflicto por YPFâ€, dando datos sobre este yacimiento. Por su parte, según evaluaciones de la auditora Ryder Scott, “los recursos y las reservas en Vaca Muerta, en un área ya estudiada de unos 8.071 kilómetros cuadrados, ascienden a 22.807 millones de barriles equivalentesâ€.
Crisisenergíética.org señala que en centenares de sitios web se reproduce el mismo texto y nadie parece haberse tomado el trabajo de verificar si esa cantidad es posible.De acuerdo con el “Oil Market Report†publicado por la International Energy Agency el 19 de marzo pasado, la producción mundial de petróleo es de 87,5 millones de barriles por día, lo que hace una producción anual de 31937,5 millones de barriles.
Si bien la distribución del “shale†en el subsuelo no es uniforme, se podría hacer un cálculo aproximado de cuánto sería el potencial para los 30.000 km2 de toda la zona de Vaca Muerta: Si 8.071 km2 rinden 22.807 millones de barriles, los 30.000 km2 rendirían 22.807 í— 30.000 / 8.071 = 84.773,9 millones de barriles. Es decir, podría reemplazar la producción mundial de petróleo durante casi 3 años.
Además, con un precio actual oscilando alrededor de los 100 u$s/barril, la explotación de ese yacimiento rendiría 84.773.900.000.000 u$s, es decir, más de 84,77 BILLONES de dólares.
¿Fueron tontos los españoles?
Cabe preguntarse entonces si los directivos de Repsol eran tan tontos que, teniendo la posibilidad de explotar el yacimiento de shale más grande del mundo lo publicitaron a fines de 2010 para luego intentar vender en el NYSE el 6% del paquete accionario de YPF (cosa que no pudieron). La lógica empresarial funciona justamente al revíés. Cuando una empresa descubre un negocio que puede rendir billones de dólares, en vez de ofrecer vender sus acciones a precio de mercado, sale a comprar todas las que puede, aporta capital para el emprendimiento y luego lo da a conocer para que el precio de sus acciones se multiplique por dos, por tres o por más.
Se podrán tener opiniones diversas sobre Antonio Brufau y otros directivos de Repsol, pero a nadie se le ocurriría considerarlos tontos. Esta extraña situación justifica ahondar en distintos antecedentes del tema.
Cuando el Gobierno quiso justificar las multimillonarias inversiones en ENARSA (única petrolera que no produce petróleo) publicitó que conjuntamente con PDVSA habían descubierto un yacimiento en la cuenca del Orinoco que tenía entre 450 y 500 millones de m3 (2700 – 3000 millones de barriles) y que los iban a explotar en común.
Tambiíén, cuando en 2009 Petrobras tenía que colocar una suscripción de acciones por 64.000 millones de dólares anunció el descubrimiento de un yacimiento de crudo ligero frente a Río de Janeiro (que hasta ahora no se explotó).
Por otra parte, en la página web de Ryder Scott Petroleum Consultants se detallan las regiones de la Argentina donde la firma ha hecho trabajos de consultoría pero no hay ninguna mención al yacimiento de Vaca Muerta, algo realmente extraño, dada su magnitud comentada anteriormente.
En el citado artículo de “El Cronista†(y tambiíén en otros medios) se afirma “YPF extrajo en 2011 unos 700.000 barriles equivalentes de petróleo no convencional en Vaca Muerta y ha incorporado a su libro de reservas 116 millones de barriles equivalentes de esa formación.†Debo hacer notar que el procesamiento del petróleo no convencional requiere instalaciones especiales, por lo que si YPF extrajo 700.000 barriles equivalentes de petróleo deben estar acumulados como material rocoso o bituminoso sin procesar para obtener productos de valor comercial. Además, si YPF registró como reservas 116 millones de barriles, la afirmación de YPF acerca de que el Yacimiento produciría 924 millones de barriles, de los cuales 741 serían de petróleo y el resto de gas no deja de ser un mero anuncio publicitario.
Nótese además la inconsistencia de las cifras entre los 924 millones de barriles publicitados por YPF y los 22.807 millones de barriles supuestamente auditados por Ryder Scott.
Mucho más caro
El petróleo no convencional puede existir en diversas formas. Una de ellas es como material orgánico producido por metabolismo anaeróbico embebido en ciertas rocas “querógenasâ€. Estas rocas pueden contener entre 3 y 13% de materia útil. Otras formas son como esquistos bituminosos o como alquitrán. Si el material de partida es sólido se lo debe extraer con tecnología minera. Cavar en profundidad hasta llegar a su ubicación y extraerlo así como se extrae carbón u otro mineral. Si es asfalto encerrado en un geosinclinal, hay que perforar e inyectar vapor de agua sobrecalentado para que a una temperatura de 140 – 160ºC disminuya la viscosidad de la masa asfáltica y el vapor debe llegar a una presión lo suficientemente alta para permitir elevarlo a la superficie. (Obviamente, si en la superficie se enfría, se vuelve a formar asfalto). Cualquiera sea el míétodo de extracción tiene un costo muchísimo mayor que el correspondiente al petróleo convencional. Una vez extraído, debe ser industrializado para tener valor comercial. Cualquiera sea la procedencia, la primera etapa consiste en introducir el material en grandes hornos donde en ausencia de aire es calentado a unos 500 – 550ºC. A esas temperaturas las molíéculas de los compuestos orgánicos se escinden dando productos de menor peso molecular y parte se carboniza. En general, las sustancias orgánicas que tienen hasta 24 – 26 átomos de carbono en sus molíéculas son fluidas en condiciones ambientales. Las que tienen hasta 4 átomos de carbono son gaseosas y, en general, la temperatura de ebullición aumenta con el número de átomos de carbono en la molíécula. Los “crudos ligeros†tienen porcentajes importantes de hidrocarburos que tienen entre 6 y 10 átomos de carbono por molíécula. Los medianos entre 10 y 18 y los pesados tienen altos porcentajes de hidrocarburos con más de 18 átomos de carbono por molíécula.
La fermentación anaeróbica de todas las proteínas, forma compuestos que contienen nitrógeno y azufre. Esto disminuye la calidad de un petróleo ya que la combustión de productos que contienen esos elementos, forman ácidos como el nítrico o el sulfúrico que son corrosivos para los motores donde se los quema, por lo que hay que eliminarlos del petróleo. Estos y otros procesos industriales (que dependen del material de partida) son necesarios para producir un petróleo compatible con el convencional. Por lo tanto la explotación del petróleo no convencional tiene costos de extracción y explotación que requieren inversiones muy grandes de capital. (Para Vaca Muerta se habló entre 23.000 y 28.000 millones de dólares).
Uno de los estudios más completos sobre petróleo no convencional en los Estados Unidos ha sido realizado en 2005 por la Rand Corporation para el Departamento de Energía de USA. El trabajo se llama Oil Shale Development in the United States. Prospects and Policy Issues. En este trabajo, se estima que hasta una producción de 500 millones de barriles el costo por barril varía entre 70 y 95 u$s. Si la explotación supera esa cantidad, al amortizarse los costos de instalación, el costo por barril puede caer a 30 – 35 u$s. Por lo tanto, que Vaca Muerta sea rentable dependerá esencialmente de su potencial.
En el 2010 el gobierno anunció que YPF había firmado un contrato con la Exxon para la “explotación†de Vaca Muerta. Aparentemente no se concretó ya que a principios de abril los medios informaron que se volvió a firmar (¿dos veces?) Mientras Repsol discutía con el Gobierno, firmó un “non binding agreement†con SINOPEC con la intención de vender el paquete de YPF, que, por supuesto, no se concretó. En conclusión: en Vaca Muerta hay petróleo no convencional pero cabe dudar seriamente de que existan los 924 millones de barriles que anunció YPF en el 2010. Si el potencial no alcanza los 500 millones de barriles, su explotación no es entonces económicamente rentable.
La codicia del Gobierno por asegurarse no sólo el autoabastecimiento sino ingresos multimillonarios por Vaca Muerta lo llevó a la confiscación de YPF la que, a la corta o a la larga, habrá que pagar. Con su reincidencia en el incumplimiento de sus obligaciones contractuales, el Gobierno cerró aún más la posibilidad de tener acceso a los mercados de críédito. Con este panorama, no parece fácil detectar quien va a financiar la explotación de Vaca Muerta. Si Chevron, Exxon, BP, u otra empresa se avienen a hacer la exploración pondrá seguramente como condición que la financiación la consiga el Estado. Por otra parte es previsible que, igual que con Aerolíneas Argentinas, el ingreso masivo de personal y los sobreprecios que pagará YPF la harán deficitaria en breve plazo. No sería entonces de extrañar que la actual ola estatizadora se encamine hacia un nuevo callejón sin salid.
(Informadorpublico.com)