Deloitte confirma la sobrevaloración de la matriz de Bankia, BFA
Tambiíén recoge que Rodrigo Rato tenía un plan para corregirla
La auditora tradicional de Bankia, Deloitte, ha detectado que las cuentas de 2011 en la matriz del grupo están infladas. Fuentes de Bankia han confirmado a elmundo.es que la auditora ha presentado una discrepancia por una sobrevaloración en las cuentas de Banco Financiero de Ahorros (BFA). í‰sta es la matriz de Bankia formada principalmente por Caja Madrid y Bancaja y que recibió en 2010 un príéstamo del Estado aún no devuelto por valor de 4.500 millones de euros. Estas fuentes confirman una información del diario El País que apunta que la sobrevaloración sería de 3.500 millones, que es una cantidad considerada imposible de recabar de inmediato por la entidad financiera sin ayuda externa.
No obstante, las fuentes de Bankia consultadas aseguran que el aún presidente, Rodrigo Rato, tenía una plan de saneamiento para corregir rápidamente el desvío que implicaba solicitar nuevas ayudas públicas temporales al Estado, pero que no fue aceptado finalmente por el Gobierno con el desenlace conocido de la marcha del ex ministro de la presidencia en favor de Josíé Ignacio Goirigolzarri. El informe de Deloitte aún no ha sido hecho público, pese a que las cuentas fueron presentadas el pasado viernes al mercado.
No obstante, un estudio del banco suizo UBS al que ha tenido acceso elmundo.es, señala que BFA no sólo tenía sobrevalorada su participación en Bankia en al menos un 70% por encima de su valor de mercado, sino tambiíén varias empresas participadas.
Rato ha convocado para hoy los consejos de administración de Bankia y BFA para dar entrada a Goirigolzarri, dos días despuíés de presentar su dimisión. Su salida se precipitó el pasado fin de semana, días despuíés de que el Fondo Monetario Internacional apremiase a la entidad a "fortalecer su balance y mejorar su gestión".
Según publicó EL MUNDO en su edición del pasado martes, la situación se complicó la pasada semana, cuando Bankia y BFA presentaron sus cuentas ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y al Banco de España sin auditar. El plazo terminaba el 30 de abril pero Deloitte no quiso firmar las cuentas y presentó un informe que no sólo cuestionaba los números de la entidad presidida por Rato y BFA, sino que tambiíén se mostraba muy crítico con la autoridad supervisora.
