El Tesoro negó su aval al 'banco malo' para no dañar el 'rating' de España
El Tesoro se opuso al plan del ministro de Economía, Luis de Guindos, que incluía un aval del Estado para los bancos malos, por lo que íéste se vio obligado a limitar el alcance de estos instrumentos y limitarlo a la constitución de sociedades donde se agrupen los activos adjudicados.
Economía preveía un sistema de EPA (esquema de protección de activos) que debían contar con el aval público. El volumen previsto alcanzaba los 20.000 millones de euros. Sin embargo, el ministro se encontró con la fíérrea oposición del Tesoro, ya que argumentaba que no se podía exponer a España al riesgo de tener que emitir esa cantidad en un futuro, con las condiciones actuales del mercado de deuda, por lo que existían serias posibilidades de que las agencias de calificación, examinando la nueva situación, deteriorarán aún más el rating de España, lo que a su vez, provocaría un encarecimiento adicional en la refinanciación de la economía.
La negativa del Tesoro se impuso sobre el criterio de Economía y De Guindos tuvo que variar sus planes iniciales, y el banco malo se vio limitado a la obligatoriedad de que las entidades tengan sociedades donde aparquen, en un primer momento, sus activos adjudicados al valor neto contable, es decir, incluyendo las provisiones realizadas.
Esto significa, en la práctica, que no hay tal banco malo, ya que la medida no aporta apenas novedades sobre la práctica de la banca española. Prácticamente todas tiene constituidas sociedades que agrupan activos inmobiliarios y la elevación de las provisiones que se introdujeron hace apenas tres meses, en el Decreto 2/2012, ya había causado el efecto de acelerar las ventas de estos activos.