Al cabo de seis años de espera despuíés de su firma, Estados Unidos y Colombia implementarán finalmente este martes su acuerdo de libre comercio bilateral que esperan energice su relación económica y ayude en la creación de empleos.
El acuerdo, que fue suscrito en 2006 pero que había quedado más de un lustro en el limbo legislativo por el tema de la impunidad en el asesinato de sindicalistas, permite que el 82 por ciento de las exportaciones estadunidenses a Colombia ingresen libres de aranceles.
Colombia, el tercer socio latinoamericano de Estados Unidos despuíés de Míéxico y Brasil, tendrá por su parte un acceso libre para el 99 por ciento de sus exportaciones y a un mercado de más de 300 millones de consumidores.
‘El club de países que tienen TLC con Estados Unidos no es muy grande, y estar en ese club es muy importante por las señales que manda a la comunidad internacional. Es una especie de reconocimiento’, sostuvo el embajador de Colombia en Washington, Gabriel Silva.
Su ratificación y entrada en vigor fue posible luego que Colombia cumplió sustancialmente con un Plan de Acción pactado en 2011 que incluyó plazos específicos para aprobar reformas legales, contratación de fiscales y supervisión de sectores económicos, entre otros.
‘Este paso de la entrada en vigor del acuerdo es un reconocimiento de que Colombia cumplió las metas del plan de acción y continúa demostrando su fuerte compromiso con los derechos laborales’, indicó el Representante Comercial de la Casa Blanca, Ron Kirk.
‘Seguiremos trabajando con la administración (del presidente Juan Manuel) Santos para ayudar a que continúe cumpliendo sus compromisos de largo plazo para mejorar sus prácticas laborales y disuada la violencia contra lideres sindicalistas’, añadió.
Para la Casa Blanca, el acuerdo con Colombia forma parte de su meta de duplicar las exportaciones de Estados Unidos al mundo en cinco años, así como ayudar a la creación de empleos en un año electoral en momentos que más de 12 millones de estadunidenses carecen de trabajo.
Entre las exportaciones estadunidenses que gozarán de inmediato de acceso libre a Colombia figuran la mayor parte de productos agrícolas, equipo de construcción, aeronaves, equipo de tecnología de la información, aparatos míédicos y maderas.
De los productos agrícolas destacan el trigo, cebada, soya, carne de res de alta calidad, tocino y casi la totalidad de frutas y vegetales. Otros como el arroz tendrá un desfase arancelario de 10 años.
El acuerdo es visto tambiíén como clave para abrir el mercado colombiano de servicios de más de 180 mil millones de dólares, a travíés de la eliminación de restricciones a la contratación de personal y el desfase de los límites en televisión por cable, entre otros.
Estados Unidos y Colombia registraron un comercio bilateral de 37.4 mil millones de dólares en 2001, con un superávit para la economía colombiana por 8.8 mil millones de dólares.
Para Colombia, el TLC es visto como un instrumento permanente que no requiere renovaciones periódicas y por ello brinda estabilidad y predictibilidad en las reglas del juego del comercio de bienes y servicios entre los dos países.
Colombia estima que el sector agropecuario de su país se beneficiará de un mayor acceso al mercado estadunidense, no sólo por la eliminación permanente de aranceles sino tambiíén por el establecimiento de reglas de juego claras en materia sanitarias y fitosanitarias.
‘El efecto será un incremento de competitividad para todo el aparato productivo nacional tanto industrial como agropecuario’, de acuerdo con la embajada de Colombia en Washington.
Para marcar la entrada en vigor del acuerdo, tanto el representante comercial de la Casa Blanca Ron Kirk como el embajador de Colombia Gabriel Silva participan el martes en un foro auspiciado por el Consejo de las Amíéricas en Washington.