El papa Benedicto XVI promovió el domingo la fórmula de la Iglesia para hacerle frente a la crisis económica: compartir recursos y reducir el estilo de vida a lo esencial.
El Papa habló sobre problemas económicos mientras iniciaba una visita pastoral de todo un día al poblado de Arezzo, en la Toscana. Durante la homilía en misa, reconoció que la complejidad de los problemas dificulta establecer soluciones "más rápidas y eficientes" para la crisis de la eurozona, la cual, puntualizó, afecta especialmente a los más díébiles y preocupa a los jóvenes, quienes pasan apuros para encontrar empleo.
Agregó que a lo largo de los siglos, la Iglesia católica ha reaccionado a tales problemas mostrando solidaridad concreta con los necesitados, compartiendo recursos y "promoviendo estilos de vida con las cosas más esenciales".